Federico González, el delantero que quería Gustavo Alfaro, arregló su llegada a Tigre con un contrato por tres años. De ésta forma, el Matador refuerza el ataque luego de las bajas.
Por: Darío Guadalupe
Después de las partidas de Marcelo Larrondo y Facundo Bertoglio, y la duda en la continuidad de Sebastián Rincón, Gustavo Alfaro pidió expresamente que le trajeran un hombre de ataque para que la delantera no quedara vacía. Y la dirigencia cumplió.
Federico González, luego de quedar libre de Atlético Rafaela, se convirtió en uno de los delanteros más codiciados, ya que era pretendido por Rosario Central y Huracán. Pero la oferta de Tigre de comprarle el cien por ciento del pase, más un contrato por dos años, inclinó la balanza a favor de los de Victoria.
El jugador, de 28 años, nació en Entre Ríos y surgió de las inferiores de Independiente. Mide 1,78 metros, pesa 79 kilogramos y llega al club luego de disputar las últimas cinco temporadas en Atlético Rafaela, en las que jugó 163 partidos y convirtió 33 goles, logrando el título de la B Nacional en 2011. En lo que va del 2015, disputó los 15 encuentros que la Crema jugó, en los que anotó 3 goles.