Comenzó la guerra contra la inflación anticipada por el presidente Alberto Fernández y el Gobierno ya tomó algunas medidas. Como estaba previsto, se subieron las retenciones a productos derivados de la soja (aceite y harina), mientras que se prevé la creación de un fideicomiso del trigo para subsidiar el precio de la harina para elaborar pan y fideos que formen parte del programa Precios Cuidados.
Además, en el marco de los anuncios que el Gobierno pretende realizar en los próximos días hay algo planeado para los almacenes, que sería la conformación de una canasta, en la que habrá leche, galletitas, café, té, mate cocido, yerba, yogur, detergente, jabón para la ropa y productos de higiene femenina.
¿En qué consiste esta idea? Es principio en que contenga entre 70 y 75 artículos, y que las compañías alimenticias participen con algunas de sus marcas. “No queremos que haya descarte ni que las empresas aprovechen para poner allí lo que no venden. Esta canasta debe servir, y no ser un relleno para cumplir”, declararon a NA fuentes oficiales.
En ese sentido, las negociaciones se están desarrollando con las diferentes cámaras que agrupan a los almaceneros y, pese a que no van a estar obligados a vender esta mercadería, sí el Gobierno les reclamará a sus representantes que se ocupen de que haya una buena adhesión al programa.
Desde Nación aseguraron que “sirve que haya más bocas de expendio de productos a precios controlados; es un objetivo nuestro. Pero si lanzamos un proyecto, después no puede pasar que no esté presente en muchos locales; no está bien. Y tengamos en cuenta que esto parte por un reclamo de los propios almaceneros”.
Por otra parte, del lado de los minoristas también destacan la necesidad de sumarse a estas iniciativas. “Corremos con desventajas respecto de los supermercados porque el hecho de que puedan vender estos productos a precios más bajos, atrae a un público. Nosotros queremos correr con las mismas reglas”, dijo Fernando Savore, presidente de la Federación e almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).
El punto que todavía está en discusión es el mismo que viene trabando desde hace tiempo la puesta en marcha de este sistema. Quién achica sus márgenes de ganancia para que los comercios de proximidad puedan vender al precio estipulado.
Lo que ocurre es que los mayoristas, proveedores de los almacenes, por ejemplo en el caso de los productos de Precios Cuidados, venden al valor oficial, por lo que luego los comercios más pequeños no tienen margen para lograr alguna ganancia.
Lo que se intenta es que las tres patas de la comercialización (fabricantes, mayoristas y minoristas) reduzcan sus pretensiones, para de este modo hacer posible la implementación de esta canasta. Según afirmaron a NA, en ese sentido las negociaciones están bastante avanzadas.
En caso de que no se logre algún tipo de acuerdo en el corto plazo, el Gobierno podría armar un mecanismo por cuenta propia, y después sería la cadena de fabricación y comercialización la que se debería adaptar.