El financiamiento participativo es una práctica que tiene mucho tiempo en el mercado empresarial y se ha vuelto popular por ofrecer distintos métodos de inversión sin dinero, pues, aunque suene raro, actualmente nos permite exponer ideas de negocio en internet para encontrar un financista.

En pocas palabras, consiste en reunir a naturales o jurídicos con inversionistas que tengan la misma visión de emprendimiento. Las relaciones se llevan a cabo por medio de una plataforma digital de financiamiento participativo.

No obstante, para intentarlo y que resulte bien, es importante conocer todas las posibilidades de negocio que ofrece y qué se necesita para aplicar.

¿Cómo aplicar para el financiamiento participativo?

La clave está en el uso de crowdfunding, que es una colaboración colectiva que tiene como fin recolectar fondos para llegar a una meta. Para que sea posible, el individuo debe presentar una idea y haber al menos un inversionista interesado.

A simple vista pareciera que el único favorecido es el ideador, pero el contribuyente puede llegar a un acuerdo para hacerlo de forma altruista o recibir un beneficio.

Si queremos aplicar, debemos considerar algunos pasos. Por ejemplo, acceder a una web de financiamiento participativo, donde plasmaremos el proyecto, su descripción, tiempo estimado para lograrlo y el dinero que se necesita. Este debe ser publicado entre 30 y 120 días y ser promocionado para convencer a los inversionistas.

¿Qué se necesita para aplicar en financiamiento participativo?

Al tratarse de dinero, el inversionista debe sentir que su dinero será bien usado, por eso requiere de asesoría legal para tener contratos claros y justos. De esta forma tendremos seguridad.

Además, ambas partes deben estar al tanto de los detalles del proyecto, como el inicio, la cantidad de fondos recibidos, acuerdos y sus términos, recibos, desarrollo y avance de la idea y más, con el fin de evitar problemas judiciales.

¿Qué modelos de inversión existen en el financiamiento?

Entre los principales modelos están: el crowdfunding de recompensa, que se trata de dar un aporte para un negocio con el objetivo de recibir una contribución, sean productos o servicios gratuitos.

También está el crowdfunding de inversión, que es un acuerdo para recibir un porcentaje de las ganancias una vez se ponga en marcha la empresa.

Otros son el crowdfunding de donación, que consiste en ayudar de forma desinteresada en proyectos humanitarios y crowdfunding de préstamo, el cual significa que debe pagar una renta mensual con intereses hasta saldar la deuda.