La emergencia del Estado Nacional era una realidad ya hacia inicios del siglo XX aunque la democracia representativa, iniciada con la ley Sáenz Peña y la presidencia de Hipólito Yrigoyen, recién se estaba instalando. La innovación institucional, que incorporaba grandes contingentes de la sociedad a la vida política mediante el voto, estaba complementada por una vida social activa tanto en la capital como en los barrios del Fondo de la Legua: en este caso, San Isidro. El tejido urbano comenzaba a consolidarse lentamente de la mano del progreso de inicios de siglo. Allí cumplían un rol fundamental los almacenes de Ramos Generales, espacios abastecimiento y sociabilidad.
El almacén de Don Juan Buffa, él de familia de quinteros y tamberos, era una construcción característica de fines del siglo XIX: paredes altas, pisos de pinotea, techos con vigas de madera y ladrillo y arriba, chapa acanalada. Aberturas altas y angostas, ubicado en la esquina sur de Carlos Tejedor y Sucre, de Boulogne.
Si bien tenía una puerta en la ochava, se entraba por otra que estaba sobre la calle Carlos Tejedor. Los parroquianos dejaban el caballo atado al palenque que estaba a la altura de la ochava, y los fríos días de invierno, se acercaban a tomarse un "grapín" que los reanimara para hacer frente a las fuertes heladas que cubrían de escarcha el campo. Con el tiempo, alrededor de cincuenta y seis años atrás, la hija de Don Juan, puso allí carnicería y verdulería. Debía adaptarse a las nuevas exigencias comerciales.
Hasta el almacén llegaba el tranvía a caballo, símbolo del progreso en marcha, que funcionó en la zona proveniente de San Isidro, y que fue inaugurado el 21 de mayo de 1916. En 1924 se extendió hasta proximidades de la Estación Boulogne. En esa época el almacén y la capilla Santa Rita, muy próximos uno del otro, eran lugares de encuentro de los quinteros y sus familias, sobre todo de Villa Adelina y Boulogne, aunque Reinaldo Gagliardini, recordaba que muchas veces, cuando vivía en Carapachay, se acercaba con la jardinera a buscar harina, azúcar y yerba para la "patrona" (su esposa Zulema), al almacén de Don Buffa. Era un lugar conocido, con productos de calidad.
En los planos de esa época el almacén y todo el terreno que lo rodeaba llegando hasta la actual Av. Rolón (Esquina Sur), pertenecía a Juan Buffa. Cruzando Sucre (Esquina Oeste) estaban las quintas de Don Inocencio Buffa (actual colegio de las Hermanas Trinitarias) y enfrente, del otro lado de Carlos Tejedor (Esquina Norte), la de Don Antonio Buffa. Justo frente a la Capilla Santa Rita (terrenos de Don Avelino Rolón, ex intendente y perteneciente a una de las familias fundadoras de San Isidro), cruzando Sucre, estaban los terrenos de un tal Lascano. Y Cruzando los actuales Panamericana y Acceso a Tigre muy cerca de lo que era en esa época la Escuela Rural Nro. 6 (Blanco Encalada frente al Acceso a Tigre) estaba el tambo de Don José Buffa, desarticulado cuando se abrió la Panamericana.
Los Buffa bautizaban a sus hijos en la Capilla Santa Rita, y los enviaban a la Escuela Nro. 6, compartiendo las aulas con otros hijos de quinteros de la zona. Con el paso del tiempo, lamentablemente hace ya 20 años el almacén fue demolido y con el todo los recuerdos de un lugar importante para la vida social de la zona. Hoy nos queda compartir su Historia para revalorizarlo como patrimonio y su legado.
Información brindada por: Mónica Pastorini
Editado por: Mirko Bakarcic, Alicia Rebollar
ASOCIACIÓN DE HISTORIADORES DEL FONDO DE LA LEGUA