Historia de los barrios del Fondo de la Legua: La Duquesa Adelina

En este apartado, nos atreveremos a contar la historia de un personaje enigmático. Su aporte a Vicente López fue nominal pero de gran importancia, ya que pertenece a una familia de fundadores del distrito. Hablamos de la Duquesa Adelina Munro Drysdale. Hoy la encontramos inmortalizada en nada menos que una estación y una localidad del partido. Pero, ¿quien fue Adelina?

Adelina Munro Drysdale nació fruto del primer matrimonio de Elisa Munro y Thomas Drysdale, comerciante inglés, el 16 de septiembre de 1894. Elisa era hija de Duncan Mackay Munro, funcionario ferroviario nacido en Inverness, Escocia. Adelina era, sin dudas, su nieta favorita, compartía muchos momentos con ella.

Pero la corta vida de Adelina se cruza rápidamente con la tragedia, cuenta Arditi Rocha, cuando su padre James Thomas Drysdale fallece muy joven teniendo ella tan solo seis meses y 12 días. Su hermano también fallece siendo muy pequeño. La pérdida significó una enorme tristeza en la vida de la pequeña. Ya por entonces se delineaban los primeros perfiles de su personalidad. Era dulce y afectuosa, su pelo castaño claro, de bucles largos y ondulados; regordeta.

Adelina, que desde su nacimiento fue muy mimada por su abuelo Duncan Munro, recibe la educación de parte de una institutriz, con formación católica. Adelina entonces no conoce prácticamente a su padre y su madre se casa en segundas nupcias con Francisco Bottaro Costa, diplomático italiano de renombre y licenciado en Derecho. Este oficiaba como ministro plenipotenciario de Italia en la Argentina cuando conoce a Elisa y poseía el título nobiliario de Conde por lo que la madre de Adelina pasará a denominarse Condesa.

El Conde Bottaro Costa estaba registrado en los clubes aristocráticos más importantes de Europa por lo que el casamiento tuvo gran repercusión en los medios locales. Adelina pasaba a pertenecer a una familia diferente y más acaudalada. Debido a este lazo, y al trabajo de su padrastro, Adelina junto a su madre dejan la Argentina con 10 años de edad. Es allí donde Adelina empieza, ya con avanzada edad, a participar en reuniones sociales en el Hotel Ritz de Londres debido a la importancia social tanto de su padrastro como de su abuelo Duncan Munro. Participando en estos encuentros, codeándose con altos sectores nobiliarios de la sociedad londinense conoce al Duque de Rigñano y Calcata, Príncipe Mario Colonna con quien se enamora perdidamente aunque se sospecha que el encuentro estuvo orquestado por la madre de ambos. Contraen nupcias en París en el año 1920, adquiriendo Adelina el título de Duquesa. Finalmente se radican en Roma concibiendo cinco hijos: María Victoria, Oddone, Fabricio, Stefano y Libia.

En su residencia fija en Roma llegó a dominar cuatro idiomas (castellano, francés, inglés e italiano). Además Adelina obtuvo en Italia el brevet de piloto civil. Volando máquinas pequeñas de la época. Era inquieta y gustaba de los deportes. Adelina pasó a formar parte también, de la corte íntima de la reina de Italia, sus niños eran amados por la Reina y jugaban con sus herederos. Cuando fueron más grandes, dos de los hijos varones de Adelina, Oddone y Fabricio, combatieron en la Segunda Guerra Mundial como pilotos de aviones de guerra.

Pese a su amor por Italia, Adelina visita varias veces a su abuelo y a la Argentina en la década del 20, siendo su visita recibida con grandes honores debido a la importancia de su marido. Ella, sin embargo, era la que atría la mayor parte de miradas su gusto refinado y culto, carácter sencillo y gran sentido del humor le ganaron valiosas amistades. Pero poco tiempo después se sucede la otra gran tragedia de su vida, cuando su esposo Mario Colonna fallece en un accidente cuando piloteaba y probaba un avión silencioso de Combate. Esto sucede en el Río Tíber en el año 1938. Adelina, debido a la muerte de su esposo, queda shockeada y postrada en cama durante 15 días. Adelina al estar radicada en Europa no pudo ocuparse de su herencia en Argentina y por lo tanto pierden todos sus bienes. Finalmente fallece muy joven a los 46 años de edad producto de una larga enfermedad.

Adelina, en las fotografías de la época, se nos presenta frágil y hermosa como en la imagen que les presentamos. Signada desde su nacimiento por pérdidas, es una pequeña argentina que se separa de su patria de origen muy pronto pero que tendría un gran éxito social en Europa. Hoy su historia y su nombre se conserva en Villa Adelina la localidad de San Isidro y Vicente López y fundamentalmente en la estación del actual ferrocarril Belgrano (Ex Central Córdoba). Su querido abuelo la llamaría así en homenaje a su nieta cuando ella tenía 13 años.

Fuente: Arditi Rocha, René Dardo, "Villa Adelina. Unida por cien años de historia". San Isidro: Municipalidad de San Isidro, 2012.
Editado por: Mirko Bakarcic
ASOCIACIÓN DE HISTORIADORES DEL FONDO DE LA LEGUA

 

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