Una serie de huellas dactilares halladas en el auto empleado por la banda y una secuencia de videos son las principales pistas para identificar y detener a los cinco autores del crimen de Rolando Omar Villafañe, el comerciante de 61 años asesinado de un balazo cuando resistió a tiros un asalto en su fábrica de productos de algodón de la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero.
En tanto, los restos del comerciante fueron inhumados en el cementerio de Pablo Podestá, en medio de escenas de dolor de sus familiares.
Cinco son los delincuentes que participaron del crimen y pese a que son buscados desde ayer por la policía, aún permanecían prófugos. El propio ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, afirmó esta mañana a radio Mitre que los están "buscando de manera incansable" y dijo "estar seguro" de que los homicidas "deberían estar presos por crímenes que cometieron antes".
"Estamos orientados. Obviamente los tiempos de la justicia no son los tiempos que pretendemos nosotros, pero le podemos asegurar que desde la Policía de la Provincia de Buenos Aires estamos haciendo todos los esfuerzos para dar con estos delincuentes", explicó el ministro.
El caso es investigado por la fiscal Gabriela Disnan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de San Martín, quien intenta identificar y localizar a la banda a partir de los videos recopilados en la causa y de los rastros que pudieron haber dejado los autores del asesinato en el auto que usaron en el hecho, que había sido robado el viernes en El Palomar y el cual descartaron 20 minutos después del crimen en Ramos Mejía.
"Se está trabajando sobre las imágenes y las huellas y rastros obtenidos del vehículo empleado por la banda que fue abandonado. Tenemos algunos datos que por ahora nos reservamos", dijo a Télam uno de los investigadores judiciales del expediente.
Los rastros dactiloscópicos levantados del auto estaban siendo analizados por Policía Científica para ver si alguno es apto para un cotejo y se espera que el sistema AFIS (la base de datos de huellas de personas con antecedentes), pueda ponerle nombre y apellido a alguno de los asesinos.
Esta mañana, el cortejo fúnebre con los restos de Villafañe partió a las 9.20 desde la casa velatorio situada en San Martín 3150, de Tres de Febrero, al cementerio municipal de Pablo Podestá. Sin hacer declaraciones a la prensa, los familiares que el lunes, en una marcha frente a la fábrica, reclamaron "justicia" y la detención de los asesinos, se desplazaron desde la sala velatoria al cementerio donde más tarde fueron inhumados los restos.
El asesinato de Rolando Villafañe
El hecho, que quedó registrado por las cámaras de seguridad de la misma fábrica, ocurrió a las 0.41 de ayer en una algodonera ubicada en la calle Ángel Pini 5445, entre Martín de Álzaga y Spandonari, de Caseros, localidad del noroeste del conurbano.
Villafañe llegó con su camioneta Ford Ranger, activó con control remoto la apertura del portón de su fábrica de artículos de algodón e ingresó marcha atrás con su vehículo. Treinta segundos más tarde, se observa en los videos que unos metros antes de la puerta de la algodonera detiene su marcha un automóvil Peugeot 208 del cual bajan cuatro delincuentes, algunos armados, que se aproximan a la puerta de la fábrica con intenciones de robo.
Villafañe reaccionó abriendo fuego con la pistola calibre 9 milímetros que tenía en su poder, por lo que los asaltantes, que prácticamente no llegaron a ingresar, huyeron en dirección opuesta, uno de ellos trastabillando y efectuando disparos hacia el interior de la fábrica, al tiempo que en el Peugeot los aguardaba un quinto cómplice que actuaba de chofer y que también escapó arrancando el vehículo.
Los vecinos que escucharon los disparos llamaron al 911 para reportar la presencia de una persona herida de bala.
Dentro de la fábrica, se encontraba su dueño, Villafañe, herido en el abdomen y tendido al lado de su Ford Ranger. El propio comerciante que solía trabajar solo de madrugada para dejar listos los pedidos de la mañana, llamó por teléfono al marido de su hija para pedirle ayuda porque le habían disparado.
El yerno llegó al lugar y lo trasladó en un vehículo hasta la clínica Trinidad de Ramos Mejía, donde pese a los intentos por reanimarlo, falleció tras un paro cardiorrespiratorio.
Dentro de la camioneta de la víctima se secuestró una pistola calibre 9 milímetros marca Browning que se cree fue disparada por el comerciante. El arma, que tiene la inscripción "Policía de la Provincia de Buenos Aires", estaba montada, había 11 balas en el cargador y cinco vainas servidas en la escena.
Según dijeron ayer familiares de la víctima, la pistola tenía toda la documentación en regla, aunque por el momento no es motivo de investigación. Si bien en un principio se barajaban distintas hipótesis, la observación que la fiscal y la Policía hicieron de una serie de videos de las cámaras de seguridad de la misma algodonera dejaron en claro que se trató de un intento de robo, que fue resistido por el propio Villafañe.
La fiscal recibió este lunes un adelanto del resultado preliminar de la autopsia que reveló que la víctima sufrió una herida de bala con orificio de entrada en el abdomen y de salida en la espalda.