San Isidro es uno de los municipios de menor extensión geográfica del AMBA, pero con un sistema de transporte público poco eficiente. Muchos expertos en movilidad destacan que, al igual que ocurre en otras ciudades en el mundo, este problema se origina en la falta de planificación urbana que es arrastrada desde hace años. Como consecuencia, los desafíos a la hora de gestionar cómo se mueven las vecinas y vecinos en las ciudades se vuelven urgentes: el costo de los boletos, el tiempo perdido, el cambio climático, el teletrabajo, entre otros.
Consultado sobre la agenda de movilidad en San Isidro, el concejal Marcos Alcides Diaz señaló que “en San Isidro no se ha planificado la movilidad y las consecuencias las padecen los vecinos: barrios incomunicados por el transporte público, pérdida de tiempo en espera y traslado, boletos muy caros para distancias tan cortas y la dificultad de no tener, como ya tienen otros municipios, una red de bicisendas que permita moverse con seguridad y agilidad en ese tipo de transporte”.
En este sentido, el concejal presentó varios proyectos relacionados con esta temática. En uno de ellos se le está proponiendo al ejecutivo local crear un Sistema Integral de Movilidad Sustentable (SIMS) para planificar la movilidad urbana en San Isidro.
El objetivo, según comentaron desde la oficina del concejal, es que todos los tipos de transporte puedan coexistir y ser de más utilidad para los vecinos y vecinas que se mueven por la localidad. Otro de los proyectos, propone construir 50 km de bicisendas y ciclovías para que su uso no sea solo recreativo, como lo es actualmente, sino práctico y diario.
“La disminución considerable de emisiones de gases de efecto invernadero, así como la reducción del tránsito que aqueja diariamente a los centros comerciales de San Isidro”, serían parte de los beneficios considerables con la implementación de esta red, dijo Díaz.
Además, sostuvo que “debemos considerar que, el valor de los pasajes de transporte público ha aumentado de forma considerable, siendo del 251% para colectivos y de un 247% para trenes; incluso, el aumento del costo de la nafta en un 132,5 %, desde el 10 de diciembre de 2023 a marzo de 2024”. En este sentido, “el uso de bicicletas sería un paliativo al encarecimiento del costo de vida de la población. Un vecino que vive en Boulogne y trabaja en Martínez o San Isidro, se ahorraría entre 12 mil y 25 mil pesos mensuales”, argumentó el concejal.