La renovada Escuela de Educación Especial N°501 de San Fernando quedó oficialmente inaugurada. En las últimas horas se dio apertura a la institución, que tuvo una remodelación integral del edificio, realizada en el marco del Programa Municipal de Ayuda a Escuelas Provinciales.
La obra abarcó, entre otros trabajos, albañilería en muros interiores y exteriores y reparación de muro perimetral, reemplazos de solado de patio, puertas placas interiores, puerta de entrada con colocación de vidrios laminados de seguridad en ventanas, renovación integral de los núcleos sanitarios con nueva instalación, y mejora de la cocina con reemplazo de mobiliario; reparación y sellado de cubiertas, pintura de todo el edificio, nueva instalación eléctrica con iluminación LED, y nuevo mobiliario.
“Estas obras son imposibles de hacer de forma individual, en ese país del ‘sálvese quien pueda’, de la ley de la selva que se pretende imponer no hay lugar para los desocupados, para los más débiles, para las personas con discapacidad, ni para los mayores”, dijo el intendente Juan Andreotti al encabezar la inauguración.
En ese sentido, el intendente dijo que “esto es fruto del esfuerzo que hicimos entre todos los vecinos de San Fernando que nos llena de orgullo; año a año, mediante nuestro Programa municipal para ayudar a las escuelas provinciales, trabajamos intensamente para renovar cada uno de nuestros colegios”.
“Estas obras de renovación de escuelas que encaramos son imposibles de hacer sin la participación del Estado, que somos todos. Pero al mismo tiempo, trabajamos para transformar y exigir entre todos tener un Estado que preste servicios de calidad, porque ese país del ‘sálvese quien pueda’ no nos lleva a ningún lado”, cerró Andreotti.
En tanto, la directora del establecimiento, Dolores Parker, destacó: “Estamos muy felices, esto es maravilloso; la escuela está totalmente renovada, con todo el mobiliario nuevo. Y los chicos están felices, no hay otra palabra que sea felicidad. Plenamente agradecidas con el Intendente Juan Andreotti”.
“El primer día que entraron, los chicos quedaron con la boca abierta, porque no podían creer lo que estaban viendo. Lo mismo las familias, que encontraron un espacio totalmente renovado. En esta escuela recibimos niños con discapacidad intelectual y dictamos clase como cualquier otra escuela, siempre teniendo en cuenta las necesidades educativas especiales de las alumnas y alumnos. Pero el amor es lo primero con lo que los recibimos para poder alojarlos”, finalizó Parker.