Malena Massa denunció una maniobra para encubrir y eventualmente liberar al prefecto espía que entró a la casa del líder del FR en 2013.
Gregorio Díaz fue quien el 20 de julio de 2013, pocos días antes de las elecciones legislativas bonaerenses, entró armado a la casa de Sergio Massa en Tigre y robó dinero y pendrives con información.
El ex integrante de la fuerza de seguridad, que reportaba en el área de Inteligencia de la Prefectura, fue rápidamente detenido y posteriormente condenado a 18 años de prisión. Ahora se investiga si el fiscal Washington Palacios buscó beneficiarlo.
“El fiscal de Pilar Washington Palacios construyó una causa mentirosa con declaraciones truchas, apretando gente para voltear la causa para dejar libre a este animal. Al testigo del allanamiento lo cooptó este fiscal y lo adoctrinó para que diga que lo habían amenezadao. Esa persona no puede ser fiscal”, acusó Malena Galmarini, esposa de Massa.
Para Mariano Magaz, fiscal de Tigre, el objetivo era “difrazar de irregular el procedimiento” que se hizo en el que se encontraron las pruebas del robo que cometió para “lograr la impunidad”.
En el programa de Jorge Lanata, se revelaron escuchas en las que el fiscal dialoga con la mujer de Díaz, Graciela Garate. En ellas, Palacios le pide que no hablen más por teléfono porque le advierte que “están pinchados”. “No la voy a llamar porque tiene intervenida las lineas. No me mande mensajes, lo que necesite me viene a ver directamente”, le pide el funcionario judicial.
Fuente: Online 911