Jorge Vivaldo: “El gol de Bustos fue el que más grité en mi vida”

En una emotiva charla con Solo Chaca, el Flaco no pudo ocultar su amorío por el Funebrero recordando el tan ansiado ascenso del 99´ y la trágica final ante Defensores de Belgrano por el descenso. Además, fue duro con la actual Comisión Directiva después de su paso como entrenador.

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En la vida de un equipo de fútbol hay protagonistas que marcan momentos, etapas y contextos. Mucho más si se trata de uno de sus últimos ídolos. En Chacarita, el nombre de Jorge Vivaldo quedará por siempre impreso en las grandes glorias de la Institución. Un histórico ascenso para retornar a Primera División luego de 13 años y, un desempate para no descender frente a Defensores de Belgrano en 2005, son algunos de los motivos por los que el arquero se ganó el cariño de todos los hinchas.

El viernes pasado, Solo Chaca tuvo la posibilidad de dialogar con el actual entrenador de Villa San Carlos, a través de un vivo de Instagram que dejó mucha tela para cortar. El DT comenzó la entrevista contando su actualidad en el Celeste de Berisso, la cual la tiene a buen traer: “Nos sorprendió hacer esta campaña, porque cuando ascendimos en la temporada pasada pensábamos en mantener la categoría. Haber peleado el Torneo Apertura y salir subcampeones fue algo impresionante”. Asimismo, aseguró: “El mérito es de los jugadores, ellos no tienen techo. Dejamos el 70% del equipo de la C y en ese equipo, había cinco jugadores que venían de la Liga de La Plata, que nunca había jugado profesionalmente”.

Sobre sus inicios como jugador, el guardameta se acordó de aquel director técnico, Roberto Iturrieta, que lo dirigió en Arsenal, que lo marcó para el resto de su carrera y que, de algún modo, lo impulsó a que, a futuro, esté a cargo de un plantel profesional: “El Vasco era un adelantado, un obsesionado con la táctica. Te hacía participar y vivir el fútbol de una forma que no te podía ser indiferente”.

En relación a su arribo al Tricolor luego de su extenso paso por el Viaducto, el Flaco contó que “mi historia con Chaca arranca desde chiquito por Carlitos Bala. Cuando jugaba en Arsenal me encantaba enfrentar a Chacarita, la rompía siempre. Después que me hayan sondeado años atrás, firmé en el 98´, justo en la campaña que ascendimos. Fue el destino”.

Justamente, de aquel recordado torneo, Vivaldo expresó: “Teníamos todos los cañones puestos para ascender. En la Semifinal eliminamos a Atlético Tucumán que era el mejor equipo, y llegamos a la final contra Instituto, pero desgraciadamente la perdimos. Fue uno de los días más tristes de mi vida. Estaba muerto, me comí un gol en el segundo tiempo y eso nos afectó anímicamente. Nos expulsaron dos jugadores. Tuvimos todo en contra”.

De igual modo, la historia estaba destinada a dar un giro de 90 grados. Chaca jugó el reducido que otorgaba el segundo ascenso, y así lo vivió el arquero: “En cuartos de final eliminamos a Tigre jugando muy mal. Pero ese partido nos sirvió para sacarnos esa mochila de encima y ahí arrancamos con todo. La semifinal a Defensa y Justicia, que era un equipazo, se la ganamos muy bien y así llegamos a la final con Juventud Antoniana”.

“En Salta hicimos un gran partido, ganábamos con el gol de Alex Rodríguez, pero nos empataron con un penal medio dudoso. Y acá en San Martín sabíamos que con el empate ascendíamos por ventaja deportiva”, dijo Jorge. Posteriormente, sobre el apoyo del público, casi emocionándose afirmó: “Bajamos del micro y tardamos 45 minutos en entrar a la cancha. Lo de la gente fue tremendo, había personas colgadas en las luces. Ahí sabíamos que no se nos podía escapar”. Y, fiel a su estilo, a puro sufrimiento el Funebrero logró el objetivo: “El gol de Bustos fue el que más grité en mi vida. Fue un sueño cumplido”.

A pesar de ello, su historia con Chacarita no iba a quedar concluida en ese ascenso y los posteriores campeonatos en Primera División, en los que el Tricolor se dio el lujo de vencer a Boca y a River, entre otras cosas.

Tras haber perdido la categoría en 2004, el Tricolor se encontraba en la B Nacional muy cerca de descender por segunda vez consecutiva. El Flaco, devenido de Olimpo, jugó el Apertura, pero se fue en el Clausura. Y Chaca debía jugar un desempate para no irse a la B Metropolitana. No tenía arquero, ya que el titular fue expulsado y el suplente era un juvenil que jamás había debutado. Entonces allí, apareció la figura de Vivaldo que, gratuitamente, volvió a jugar la final ante el Dragón, en la que se vistió de héroe en la tanda de penales: “Yo con eso no dejo de emocionarme. Es muy fuerte todavía, y no lo digo para vender humo porque no tengo la necesidad”.

Siguiendo por la misma línea, el entrevistado hizo ver su dolor en el fugaz paso que tuvo como entrenador del conjunto de San Martín hace dos años: “Por eso sufrí tanto, por las formas, porque yo entiendo todo, si el equipo pierde me tengo que ir. La historia podría haber sido diferente con un contexto un poquito distinto. Me echaron por un tercero, a mi no me habló nadie. Institucionalmente Chacarita está muy mal”, concluyó Vivaldo