| SAN ISIDRO | La comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Cava celebró su fe y la Virgen que identifica al barrio con un fuerte compromiso de lucha contra los flagelos de la droga y el alcohol.
Este último fin de semana, Que Pasa San Isidro fue invitado a compartir el cierre de las Fiestas Patronales de la Parroquia Nuestra Señora de La Cava, en el emblemático barrio de Beccar. Una celebración importante para una comunidad donde el espíritu religioso tiene un arraigo muy fuerte en la identidad de su gente.
También, una oportunidad para mostrar un rostro distinto de un barrio que es nombrado casi únicamente desde sus carencias, o desde el morbo de alguna noticia de inseguridad. Un rostro mas cercano al respirar cotidiano de sus pasillos, a la sencillez de su gente, a la intensidad y la fuerza de la vida que se abre paso a pesar de tantas cosas.
Este año, con el regreso del cura párroco Jorge Garcia Cuerva, la comunidad de La Cava retomó la costumbre de celebrar esta Virgen que los reúne a través de nueve fogones, que en sucesivas noches se fueron encendiendo en los diferentes sectores del barrio.
La alegría de encontrarse, el canto popular reapropiado, la Virgen que es la Fé y es el barrio, la murga, los mas viejos, los niños, la familia, y la valentía de nombrar los propios dolores, de compartirlos con la esperanza de estar haciendo algo para estos no se repitan en los otros. Todo esto estuvo presente cada noche de celebración.
La droga y al alcohol, como grandes flagelos, fueron motivo de valientes representaciones y testimonios en cada uno de los fogones.
El párroco Jorge Gacia Cuerva nos cuenta sobre esta celebración, la temática y la situación del barrio: “La idea de los fogones surgió hace varios años, allá por el 2000, cuando yo estaba en esta parroquia como vicario. Entonces se nos ocurrió proponer un modo distinto de reunirnos en los pasillos y el las esquinas. Un modo que sea sin droga y sin alcohol. Así, alrededor del fuego, como otros se juntaban, desgraciadamente, un poco para matarse con droga y alcohol, nosotros comenzamos a celebrar la vida”
"Volvimos a esa propuesta, con una consigna muy clara, un barrio sin droga y sin alcohol, un barrio que necesita de jóvenes y vecinos protagonistas para vivir mejor".
“Hemos vivido estas nueve noches con una gran alegría y en esta época muy en sintonía con lo que pide el Papá Francisco: una Iglesia en salida, siendo callejeros de la fe, como dice él”
"La droga y el alcohol son flagelos que atraviesan todas las clases sociales, pero en un barrio como La Cava, donde se vive en absoluta vulnerabilidad, pega mas fuerte, todo. Yo siempre digo que la vida se vive acá sin maquillaje. Lo duro, lo terrible, se vive de una manera mas cruel. Y cuando uno es vulnerable, cuando hay poco presencia del Estado, desgraciadamente la droga y el alcohol hacen estragos. En otros lugares hay posibilidades de contención, fundamentalmente porque hay una obra social, un médico, la familia. Pero en un barrio como este es muchas veces sinónimo de muerte".
"Cada fogón fue la propuesta con distinta metodologías, actuaciones, sketch, canciones, distintas maneras de expresar que mas allá de las grandes dificultades, de la droga, el alcohol, la injusticia, el problema de la vivienda, tenemos ganas y tenemos fuerza. Y queremos salir adelante. Desgraciadamente vivimos en un contexto social y político complicado. Esto no lo negamos. Un barrio donde no se pueden entrar ladrillos pero alcohol, droga y armas entran. Es una cosa increíble. Hay cosas que se controlan y otras que no, pero no bajamos los brazos, y vamos a seguir por el camino de la paz y con esta fuerza y entusiasmo vamos a lograr varias cosas" concluye Garcia Cuerva.
Finalmente, el domingo se realizo la última procesión donde participó la comunidad boliviana, con sus trajes y sus bailes, para concluir con la murga “El rejunte de San Isidro” que acompañó a la Virgen durante las nueve noches.
El Obispo de San Isidro, Moseñor Oscar Ojea, quien presidió la misa realizada en el patio del colegio parroquial Domingo Savio, nos compartió su alegría por esta celebración popular: "esta fiesta ha tenido una preparación lindísima a través de la novena. Han sido nueve dias con la presencia de la Virgen en distintos sectores del barrio, recorriendo prácticamente toda La Cava. Y fue importante el acompañamiento de la murga, que se ha organizado y le ha dado un color importantísimo a la fiesta honrando a la Virgen. Estoy realmente muy contento con esto".
Ojea también celebró le ingenio popular puesto en función de la fe "es importante mirar la transformación de los cantos futboleros. El último canto del mundial “Brasil decime que se siente” lo han transformado en “María decime que se siente” y en un compromiso para luchar por la vida, contra la droga y el alcohol. Eso tiene un significado muy profundo. Se debe al ingenio popular aplicado al deseo que tenemos todos los argentinos de vencer este flagelo que nos está matando”
De esta manera, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de La Cava celebró una gran fiesta religiosa y popular, con todo el color del barrio.
Crónica: Ariel Gómez Barbalace
Fotografía: Nicolás Wolkowicz y Ariel Gómez Barbalace