La comunidad educativa de la Escuela Primaria N°5 "José de Calasanz" de la localidad de Virreyes, en San Fernando, vive en la incertidumbre por la situación edilicia de la institución desde el 2013, cuando un incendio destruyó sus instalaciones, hecho que se repitió en 2016. Ante diferentes actos de vandalismo y trabajos inconclusos de las distintas gestiones provinciales a lo largo de estos ocho años, padres, docentes y alumnos reclaman por la reactivación de las obras y mayor seguridad.
Este martes 30, una movilización y un abrazo simbólico se llevarán adelante en la institución, ubicada en Cordero 4700. Desde las 18 horas, la marcha irá desde avenida Avellaneda y calle 19 hacía allí, con dos consignas claras: que se retomen las obras para concluir el nuevo edificio y que cesen los hechos de vandalismo que volvieron a sufrir desde septiembre pasado.
"Se roban los cables de cobre de la escuela, que dan electricidad a una parte de lo que hoy está en funcionamiento, que son seis aulas donde se les da clase a los chicos", contó Fabián, parte de la comunidad educativa de la institución y docente de la Técnica N°3, a QUE PASA. Además, cuestionó que "ninguna de las gestiones provinciales dio respuesta a nuestras necesidades para poder tener un edificio en condiciones, fueron sólo promesas".
En 2013 el establecimiento sufrió incendios intencionales que privaron a alumnos de la zona poder seguir cursando allí, y desde entonces, los trabajos que iniciaron durante la gestión de Daniel Scioli sólo fueron retomados parcialmente. Al 2016, a causa de contratistas que no siguieron adelante con las tareas y contratos rescindidos por el gobierno de María Eugenia Vidal, el edificio tenía sólo cuatro aulas finalizadas. Ese año, la escuela sufrió un nuevo incendio.
La situación llevó a que la comunidad educativa se movilizaran en varias oportunidades. Una de ellas ocurrió allá por mayo de 2018, cuando docentes, padres, y alumnos visibilizaron su reclamo en Avellaneda y Acceso Tigre (VER NOTA).
Los trabajos se retomaron a mediados de 2018 y se llevaron adelante hasta mitad de 2019, cuando volvieron a pararse. Ya durante el actual gobierno provincial, en octubre de 2020 hubo una nueva reactivación que también se detuvo pocos meses después.
Actualmente, la escuela cuenta con nueve aulas, de las cuales sólo pueden ser utilizadas seis, ya que las otras tres no cuentan con la ventilación correspondiente que indican los protocolos Covid-19 para poder tener clases en el lugar. Por este motivo, y según cuentan padres de la institución, desde que comenzó la pandemia los alumnos tienen clases presenciales de forma intermitente ya que nunca pudieron retomar la presencialidad completa por la falta de infraestructura.