Con un promedio de un femicidio cada 29 horas, el 2020 terminó con 253 femicidios directos, 29 femicidios vinculados, 8 personas Trans y 5 suicidios feminicidas: un total de 295 a lo largo de ese año, de acuerdo a un informe emitido por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación (OFDPN). Los datos evidencian además el aumento de femicidios en comparación con los registros de los años anteriores: en 2018 se registraron 281 casos y en el 2019, fueron 280 los femicidios.
En su informe, el Observatorio plantea que “la pandemia, con todas sus implicancias socioambientales, y las medidas de aislamiento para prevenir la propagación del COVID-19, han contribuido al aumento de los casos de violencias hacia las mujeres y niñas y de los femicidios. Desde el 20 de marzo de 2020, en la línea 144 de ayuda por violencia de género y familiar, recibieron un 25% más de llamados y en la 137 subió un 20%. Este aumento se ve reflejado también en la cantidad de femicidios. La tendencia sostenida desde hace años indica que el lugar más inseguro para las mujeres es su propio domicilio, y la situación de confinamiento de la víctima con su victimario llevó a las mujeres a quedar atrapadas con su propio agresor .”
Además, a las lamentables cifras de los femicidios cometidos en Argentina deben sumarse las víctimas colaterales: Se pudo confirmar que 212 niñas y niños quedaron sin sus madres víctimas de femicidio. Algunos de estos menores fueron testigos presenciales.
En el 63% de los casos, el hecho ocurrió en la vivienda de la víctima o el domicilio compartido con el victimario; y el femicida fue en el 60% de los asesinatos la pareja o expareja. En el 16% el femicidio fue cometido por un familiar, el 15% fue cometido por un conocido, mientras que solo el 14% de las víctimas no conocía a su victimario.
A pesar de que algunas de estas mujeres habían tenido acceso a la justicia, 56 de ellas habían realizado una denuncia previa, fueron asesinadas. Muchas de las familias de las víctimas reclaman que las víctimas fueron ignoradas en múltiples ocasiones al intentar denunciar a sus agresores.
Se detectaron 41 víctimas menores de 18 años, de las cuales 21 tenían menos de 12 años. Del universo total, la mayoría de las víctimas tenía entre 31 y 50 años, representando el 37,6%.
Con respecto a las modalidades empleadas, todas reflejan el ensañamiento en la violencia empleada para asesinar las mujeres por el hecho de ser mujer. De las 295 víctimas de femicidio, 27 mujeres fueron violadas, y 4 de ellas fueron violadas hasta la muerte como única modalidad. El apuñalamiento, el uso de armas de fuego y los golpes fueron los métodos más empleados.
En cuanto a la distribución geográfica, el mapeo del relevamiento indica que la provincia de Buenos Aires encabeza la lista de provincias con más femicidios con 115 casos, seguida por Santa Fe con 37, Tucumán con 21, Córdoba con 19 y Salta con 13.
El Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación volvió a hacer hincapié en que "es de gran relevancia que el suicidio –cuando se haya probado que hubo previamente abusos y violencia contra la mujer-, sea tratado como Suicidio Feminicida".