"Las brujas no existen; pero que las hay, las hay". Esa histórica y repetida frase que refiere al mal trance que atraviesa una persona en algún momento de su vida, bien podría ejemplificarse para narrar lo que sucede con Chacarita Juniors en este campeonato de la Primera Nacional. Increíblemente, el equipo de San Martín tiene lesionados a sus tres centrodelanteros.
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Anoche, el fatídico partido ante Quilmes en el sur bonaerense no solamente dejó el saldo negativo de la derrota (primera en el torneo), con el agregado de que fue con un gol anotado en el último minuto del tiempo adicional. También, la prolongación de una insólita racha de lesiones que generan que el cuerpo técnico no pueda nunca repetir un once titular.
El encuentro arrancó malparido. Porque apenas a los 3 minutos de juego, Rodrigo Salinas debió abandonar el campo por una dolencia en el isquiotibial. Su lugar lo ocupó Sebastián Cocimano, que con más ganas que fútbol intentó ayudar a sus compañeros de la ofensiva. Sin embargo, al ex Gimnasia La Plata el destino no le tenía preparado nada bueno; a poco para el cierre del primer tiempo, sufrió un grave corte en la cabeza yendo al piso para recuperar la pelota. Lo vendaron y pudo seguir. Volvió a pelear un balón, chocó contra un rival y, otra vez, empezó a sangrar. Un doble vendeja fue la solución provisoria hasta el final de los 45´ iniciales.
Cuando los equipos regresaron a la cancha para encarar el complemento, observamos que Cocimano no estaba entre los once. ¿Y ahora qué más pasó? Si bien el vendaje sí estaba bien cubierto, su tobillo le jugó una mala pasada a raíz de un golpe que había sufrido antes del entretiempo, lo que hizo que debiera abandonar el partido para que en su lugar ingrese Matías Belloso, que en realidad no es centrodelantero sino que se desempeña como extremo.
De esa manera, Chaca debió jugar el segundo tiempo con Claudio Pombo de "falso nueve", acompañado por Matías Rodríguez, Matías Pisano y el propio Belloso. Lógicamente, el Funebrero tuvo el balón, tuvo aproximaciones pero careció de profundidad para lastimar el arco del combinado cervecero. Y así fue como, sin hacer mucho e incluso teniendo un hombre de menos, Quilmes lo ganó con un golazo de tiro libre en la última bola de la noche.
Las lesiones de Salinas y Cocimano provocaron que Chacarita no tenga disponible a ninguno de sus centrodelanteros. Porque claro, no hay que olvidar que semanas atrás Ramiro Costa padeció la rotura de ligamentos cruzados durante el partido contra Ferro Carril Oeste en Caballito. El ex San Martín de Tucumán fue operado el pasado sábado y tendrá una recuperación aproximada de entre siete y ocho meses.
Ante este panorama, la Comisión Directiva planea contratar a un atacante ya que posee disponible un cupo que se abrió por la grave lesión de Costa. Pese a ello, las opciones escasean teniendo en cuenta que a esta altura de la temporada la gran mayoría de los futbolistas ya tienen equipo y no están en búsqueda de nuevos horizontes, al menos hasta junio que es cuando se abrirá un nuevo libro de pases.
En este marco de lesiones, el conjunto sanmartinense también tuvo con nanas a Pisano y Matías Vera, ambos con esguince de tobillo pero ya recuperados. Además, Fernando Brandán debió estar ausente por el golpe ocular que sufrió por el botellazo recibido en Sarandí frente a Tigre por Copa Argentina. El parte médico se completa con Luciano Perdomo (en proceso de recuperación luego del ya conocido choque) y Sebastián Álvarez, éste con una contractura muscular.
Un brujo, una bruja, un cura o algo que haga cambiar la suerte, porque hasta el momento Chacarita es una clínica.
