El alcoholismo es una problemática que padece mucha más gente de la que en realidad se cree. Lo dicen los números. Un relevamiento realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2016 demostró que el alcohol mata a tres millones de personas al año, a escala mundial. Históricamente este tipo de enfermedades resultaron ser un “tabú” para la sociedad, pero en la actualidad es un tanto diferente, ya que no sólo la información está al alcance de la mano sino también el “pedir ayuda” ya no es algo que genere demasiado pudor como sucedía en tiempos atrás.
Pero el cambio cultural que se generó en el mundo no tiene que ver sólo con el pudor, también con la aparición de diferentes organizaciones especializadas en cada problemática en puntual que asisten, escuchan y colaboran con aquellas personas que la padecen. Dentro de lo que tiene que ver con el alcoholismo está la ya reconocida ONG “Alcohólicos Anónimos”, compuesta por pacientes en recuperación y con sedes distribuidas en gran parte del país.
En nuestra Zona Norte, en el partido de Vicente López se encuentra el Grupo Tres Legados de Alcohólicos Anónimos, que realiza sus reuniones en la Parroquia Virgen de las Gracias, situada en Posadas 777, Villa Martelli, los días lunes y jueves de 19 a 21 horas.
Esta asociación se fundó el 27 de enero del 2016, en las instalaciones del Hospital Manuel Belgrano de Villa Zagala, en el límite entre Vicente López y San Martín. Por aquel entonces las charlas se desarrollaban en formato presencial. Sin embargo esto se vio afectado en marzo del 2020, producto de la llegada de la pandemia del coronavirus al país, que marcó el parate del “cara a cara” y el nacimiento de lo virtual. Las reuniones se desarrollaron vía videollamadas hasta septiembre de ese mismo año. A partir de allí y hasta la fecha, se realizan en la parroquia.
¿En qué se basan estas reuniones?
Los encuentros son cerrados y anónimos y tienen como objetivo compartir, unos con otros, los inconvenientes relacionados con formas y costumbres a beber, así como a los esfuerzos que se realizan para lograr una sobriedad estable. “Estamos unidos por nuestro problema común: el alcohol. Reuniéndonos, hablando unos con otros, ayudando a otros alcohólicos. Juntos podemos, de alguna manera, mantenernos sobrios y perder la obsesión por beber que, en otros tiempos, era la fuerza dominante de nuestras vidas”, le afirman a QUE PASA desde la organización.
“Por medio de Alcohólicos Anónimos hemos aprendido algunas cosas acerca del alcoholismo y acerca de nosotros mismos. Nos esforzamos por mantener estas cosas frescas en la mente, porque parecen ser la clave de nuestra sobriedad. Para nosotros, la sobriedad siempre tiene que ser lo primero”, aseguraron.
“Nosotros, los Alcohólicos Anónimos, somos hombres y mujeres que hemos llegado a entender y admitir que no podemos controlar el alcohol. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que vivir sin la bebida, si hemos de evitar el desastre para nosotros mismos y para la gente más allegada a nosotros”, agregaron a este medio.
