En el último discurso del tratamiento del proyecto, su autor, el diputado Edgardo Depetri (Frente para la Victoria) señaló que “los verdaderos constructores de esta ley son los propios clubes de barrio que desde hace tiempo están sosteniendo a los pibes”.
“Hemos caminado mucho esta ley, hemos podido realizar más de 50 foros con los clubes de barrio en el país y hoy podemos avanzar con este proyecto porque hay políticas de estado, porque hay un gobierno que tomó decisiones fundamentales, porque resolvimos el tema del trabajo, de la educación o porque está la Asignación Universal por hijo: en definitiva porque hay un Estado presente”, aseveró.
Por último, el diputado destacó la importancia de que para avanzar con la implementación de este proyecto se haya considerado la variante del “presupuesto participativo”.
Por su parte el presidente de la comisión de Deportes, Mauricio Gómez Bull (FPV) dijo sentirse “orgulloso de poder estar hoy aprobando esta ley, que no hace más que poner en valor a los clubes de barrio”.
“Con esto se busca generar herramientas que contribuyan al desarrollo del deporte; y es un proyecto que está entre aquellos que llegan al corazón de una sociedad”, remarcó.
Desde Unión Pro, Héctror Baldassi, dijo que “estas instituciones no sólo forman deportistas , sino que también son una formidable escuela de dirigentes sociales” y que “muchas veces son quienes advierten los peligros o las situaciones adversas que aparecen en los barrios”.
Su compañero de bloque, Carlos Mac Allister señaló que “casi todos han pasado por un club en el que juegan juntos el que más tiene con el que menos tiene” y llamó a “entender que el deporte no es un gasto sino una gran inversión”.
El proyecto de Depetri fue redactado en base a una iniciativa impulsada desde la Unión Nacional de Clubes de Barrio de la Argentina, y apunta a que se reconozca el derecho a la formación de los deportistas iniciados en los clubes de barrio.
Además tiene como meta lograr la inclusión de los jóvenes y adultos mayores en esos clubes de barrio para que se conviertan en verdaderos centros deportivos y de recreación.
El texto reconoce el derecho a la propiedad para aquellos que tengan sus sedes construidas en terrenos fiscales y declara inembargables los bienes de los clubes.
También busca que se cobre una tarifa diferencial en los servicios de luz, gas y agua, y fomentar el acceso a créditos blandos.
Entre las variantes introducidas como paso previo a su tratamiento en el recinto, se incorporó la situación de las personas con discapacidad por parte de las instituciones contempladas en la normativa.