Liberaron a la empleada doméstica acusada como entregadora en el doble crimen de los jubilados de Vicente López

Estaba detenida desde el viernes posterior al hecho, ocurrido el 25 de agosto pasado. El juez tomó la determinación luego que se venciera el plazo de la detención.

La empleada del matrimonio asesinado hace dos semanas en su casa de Vicente López, y quien había sido detenida bajo la sospecha de haber “entregado” a las víctimas del hecho, fue liberada este miércoles por decisión del juez de Garantías de la causa.

El juez Ricardo Costa decidió liberar a María Ninfa Aquino, de 64 años, luego que se hubiera vencido el plazo de la detención y consideró que, con las pruebas que se analizaron hasta el momento, no es necesario mantenerla detenida, aunque continuará siendo investigada.

La mujer trabajó 12 años en la casa de las víctimas José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72) y pasó 13 días detenida acusada como "partícipe necesaria" del doble homicidio.

Si bien en su resolución, el juez recuerda que hace dos semanas había elementos para sospechar la participación de Aquino en el hecho, ahora surge de la investigación una nueva hipótesis que la desvincula. “Producto del actuar de los representantes del Ministerio Público Fiscal asignados al caso, se han ido incorporado numerosos elementos que conforman un plexo probatorio, que claramente permite advertir, una hipótesis investigativa distinta a aquella que imperaba al momento de dictar la medida de coerción personal que pesa sobre María Ninfa Aquino Chamorro”, explica el juez Costa.

El magistrado agrega que “las nuevas probanzas arrimadas al expediente digital, parecen desvanecer, aún en el marco de precariedad propio de este estadio, aquella hipótesis inicial del Ministerio Público Fiscal respecto a la participación de la Sra. Aquino Chamorro, en los sucesos en investigación a la que se hiciera referencia”.

“Han desaparecido o cuanto (menos) mermado, considerablemente, en su entidad convictiva, aquellas condiciones oportunamente verificadas”, concluyó el juez y luego dispuso hacer lugar a una presentación que el abogado de la imputada, Hugo López Carribero, había presentado el viernes pasado pidiendo el “cese de la medida de coerción” y ordenó la “inmediata libertad” de la empleada de los Del Río, quien estaba detenida en la Comisaría de la Mujer de San Isidro.

López Carribero se mostró conforme con la decisión del magistrado y anunció a Télam que mañana a las 8 su clienta Aquino dará una conferencia de prensa en su estudio jurídico, ubicado en la la calle Monseñor Marcón 2584 de la localidad de San Justo, partido de La Matanza.

Los tres fiscales de Vicente López que trabajan en el caso son Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería. La fiscalía había detenido a la empleada la madrugada del 26 de agosto pasado, a pocas horas del hallazgo de los cuerpos, por una serie de contradicciones y actitudes extrañas que tuvo antes, durante y después de que ella misma descubriera los cadáveres de sus patrones.

Según las fuentes, le dijo a los investigadores que cuando llegó a la casa no le llamó la atención el desorden que había en el living y otros ambientes porque el matrimonio estaba por mudarse a un departamento en el barrio de Núñez, aunque varios ambientes estaban revueltos e incluso había un balazo que atravesó un almohadón, quedó incrustado en el parquet del living y cuya vaina servida ella misma levantó de una alfombra.

De acuerdo a lo que declaró la mujer, llegó a la casa a las 6.50 y recién minutos antes de las 9 se preocupó porque el matrimonio no hubiera bajado a desayunar, pese a que además vio que estaba intacta la cena, un plato con brócoli y alcauciles que ella les había dejado cocinada para la noche anterior. Además, cuando Nina vio que el matrimonio estaba asesinado dentro del auto, apagó la luz de la cochera, cerró la puerta con llave, las colgó en el llavero, avisó a los hijos y se puso a ordenar la casa.

Otro de los indicios era que en la casa de Aquino se secuestró una billetera rojiza marca Prune, donde según uno de los hijos de las víctimas, su madre guardaba la llave de la caja fuerte. En su celular se halló una foto borrada de esa misma billetera, aunque la defensa sostiene primero que la tenía en su casa porque se la había regalado su patrona y luego que una vez la había perdido con 2.000 pesos y cuando la encontró la fotografío para avisarle a su nuera que había aparecido.

El robo y posterior doble crimen fue cometido en la casona de la calle Melo al 1100 entre las 16.48 del miércoles 24 de agosto, momento del último contacto telefónico de Alonso, y las 4.30 de la madrugada del jueves, horario estimativo de la data de muerte.

Para los investigadores, los homicidas de Del Río y de Alonso robaron unos 10.000 dólares, 1.500.000 de pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes, y antes de escapar se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa.

Los fiscales manejan la hipótesis de que el matrimonio Del Río fue abordado luego de que saliera a hacer unas compras o por alguien que tenía copia de la llave.

Las víctimas estaban sentadas con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros del Mercedes Benz E350, la mujer del lado del conductor con un tiro en la cabeza y el hombre como acompañante con tres disparos. El tirador los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros de atrás hacia adelante de derecha a izquierda, por lo que se cree que podía estar en el asiento trasero.

Fuentes de la investigación revelaron ayer a Télam que, en base a lo declarado por los hijos de las víctimas, se investiga si el o los asesinos pudieron haber utilizado para el doble crimen una de las dos armas que también robaron de la casa: una pistola 9 milímetros que el abogado jubilado guardaba en la mesa de luz de su cuarto. También se robaron un revólver .22 que estaba en el auto.