La cuarta edición del Festival Internacional Lollapalooza pasó con gran éxito por San Isidro. Más de 100.000 personas de tres generaciones distintas y perfiles muy diversos fueron parte estas dos jornadas con música, al aíre libre en el campo del Hipódromo.
La cercanía con los sucesos de Olavarria ponía un ingrediente adicional a la realización de un evento masivo en una ciudad con un perfil residencial. En esto se destaca que la gran afluencia de gente no generó mayores inconvenientes en la zona donde hubo un fuerte operativo y controles exhaustivos para el ingreso al predio. También las medidas para la desconcentración de las personas y el tránsito funcionaron de forma exitosa.
En cuanto a lo artístico, el festival volvió a ofrecer una propuesta muy variada en géneros. Como siempre el motor fueron las grandes bandas internacionales como Rancid, Metallica, Durán Durán y Strokes. Pero también grandes figuras de la escena local, como el ya mítico León Gieco y Lisandro Aristimuño pararon por los escenarios, que a su vez, dieron lugar a muchas bandas sub-30, entre ellas los locales “Bandalos Chinos”, de la localidad de Beccar.