La desigualdad de género recorre transversalmente nuestra sociedad y se manifiesta, de múltiples maneras, en las distintas esferas y espacios sociales. La violencia de género es una de las formas más extremas en la que se visibiliza la desigualdad de género, pero no es la única. El hogar y el entorno familiar suelen ser epicentro de estos fenómenos, por lo que han suscitado el interés público y se han constituido en foco de las intervenciones de gobiernos, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil.
Sin embargo, la violencia de género se manifiesta también en el espacio público, generando experiencias desiguales en las maneras de habitar y transitar las ciudades. "El diseño y la planificación urbana carentes de perspectiva de género agravan estas situaciones al generar espacios públicos inseguros, tales como descampados, túneles, callejones y calles con iluminación insuficiente. Estos espacios públicos representan amenazas para las mujeres y diversidades que se ven expuestas a situaciones de violencia que pueden ir desde acoso hasta agresiones sexuales y femicidios", manifestó la concejal del Frente de Todos de San Isidro, Lucía Claramunt.
De acuerdo con un estudio sobre acoso callejero realizado en 2018 por el Observatorio de Equidad de Género del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 90% de las mujeres y disidencias declararon haber sufrido diferentes formas de acoso en la vía pública, mientras el 80% de los varones encuestados declaró no haberlas sufrido. Asimismo, la encuesta arrojó que el 97% de los acusados de ejercer este tipo de violencia son hombres. A su vez, los datos del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina revelan que, durante el 2020, el 20% de los femicidios y trans-travesticidios ocurrieron en el espacio público o el cuerpo de las víctimas fue hallado allí.
"Es necesario diseñar e implementar políticas de seguridad y prevención que incorporen una perspectiva de género para abordar la problemática de forma integral. En ese marco, desde mi banca trabajamos en la confección de una Estrategia comunitaria de erradicación y prevención de la violencia de género en el espacio público. La 'Estrategia violeta', como la llamamos, invita a los diferentes actores sociales a ser protagonistas de la lucha contra la violencia de género en todas sus expresiones. La presencia activa de todos los niveles y poderes del Estado es necesaria, pero también es fundamental el involucramiento de la comunidad local", sostuvo la concejal y explicó que la estrategia reúne una batería de proyectos organizados en tres ejes de intervención: espacio público, nocturnidad segura y movilidad segura.
El primer eje tiene como objetivo desarrollar políticas integrales para prevenir la violencia de género en el espacio público del distrito. "Para ello, proponemos prevenir y erradicar el acoso callejero a través de campañas de difusión pública. Asimismo, promovemos la implementación de mecanismos de prevención y seguridad en la vía pública orientados al abordaje de situaciones de violencia de género, por ejemplo, colocación de iluminaria centrada en el peatón, especialmente en sitios oscuros y poco transitados", puntualizó.
En la última sesión del Concejo Deliberante, Claramunt presentó el primer proyecto contemplado en la “Estrategia Violeta”. El mismo impulsa la creación e instalación de “Puntos Seguros Violetas” que consisten en tótems de seguridad que contienen un botón para pedir ayuda en emergencias, conexión con el centro municipal de monitoreo, iluminación propia y puerto USB para carga de celulares. Además, los tótems deberán contener señalética e información crucial para el abordaje y acompañamiento de situaciones de violencia de género, tales como los números y direcciones de comisarías y dependencias públicas especializadas en la materia, y un "violentómetro" que identifica los tipos y niveles de violencia de género, entre otros. "La propuesta retoma los seis dispositivos ya instalados, pero los piensa desde un enfoque de género. Por un lado, los Puntos Seguros Violetas generan instancias de seguridad para las mujeres y diversidad que transitan el espacio público del distrito que también benefician a la comunidad en general. Por el otro, instalan la temática de la violencia de género en la vía pública, contribuyendo a la difusión y prevención en la materia", indicó la concejal.
El eje de nocturnidad segura fomenta la implementación de mecanismos para garantizar el esparcimiento nocturno seguro para jóvenes, mujeres y diversidades. Esto se realiza a través de la creación de corredores seguros en los principales circuitos de ocio nocturno del distrito. Para ello, se requiere la participación activa de los comerciantes y trabajadores de bares, restaurantes y boliches. "La Estrategia Violeta promueve la adhesión de los establecimientos a la red de locales seguros mediante la incorporación de distintos mecanismos de abordaje de situaciones de violencia de género. Principalmente, se contempla la confección de protocolos de acción y la capacitación del personal de los establecimientos para la atención de casos de violencia de género", señaló Claramunt.
Por último, el eje de movilidad segura apunta a garantizar la circulación segura y libre de violencia, tanto en el transporte público como en el privado. Para ello, se invita a las empresas de transporte y conductores a comprometerse en la prevención de la violencia de género en sus servicios. La estrategia promueve la confección de protocolos y capacitación para los conductores en materia de abordaje de situaciones de violencia de género, así como la incorporación de cartelería que difunda la temática y sea accesible para los pasajeros.