El 30 de julio del 2017 el cielo sanmartinense se cubrió de colores rojo blanco y negro debido a las grandiosas bombas de humo y los fuegos artificiales que respondían al regreso de Chacarita a la Primera División después de sufridos siete años. Lo que nadie imaginaba era que ese mismo día, en el que primó la fiesta y la emoción, el Funebrero iniciaría una dura y extensa crisis futbolística que hasta hoy, noviembre del 2021, sigue transitando.
Tras la salida de Walter Gastón Coyette allá por noviembre del 2017, siete directores técnicos fueron los que pasaron por Chacarita (contabilizando los interinatos de Luis Marabotto). Todos tienen dos claras coincidencias. Primero y principal, a los siete les fue de regular a mal y se terminaron yendo, la gran mayoría, "por la puerta de atrás" del club. Sin embargo, ninguno de ellos recibió tanta desaprobación en un periodo de tiempo tan breve como está sucediendo en la actualidad.
Una de las primeras decisiones que tomó ¿un sector? de la subcomisión de fútbol perteneciente a la actual gestión de Todos Juntos x Chaca fue la contratación de Federico Arias como entrenador del plantel profesional para que se hiciera cargo de un equipo que arrastraba cuatro derrotas en fila y un empate, una posición baja en la tabla de la Zona A y un estado anímico lejos del ideal.
Las promesas de mejora que realizó el “Torpedo”, con su primera experiencia al frente de un equipo profesional, en aquella conferencia de prensa en la que estableció la firma de su contrato y fue presentado oficialmente, rápidamente quedaron truncas. En materia juego el equipo no mejoró en ninguna de sus líneas y, en porcentaje de puntos, la campaña y la ubicación en la tabla empeoró. Las estadísticas marcan que, de los ocho partidos que dirigió, empató los primeros tres y perdió los siguientes cinco.
Gran porcentaje del público presente en el estadio el pasado martes en la caída 2 a 0 de Chaca ante Alvarado habló. Al grito de “Andate Arias”, la gente manifestó su descontento con el entrenador de Chacarita, que no logró brindarle un equilibrio al equipo sino que, además, tampoco pudo entablar una relación al menos armoniosa con la prensa. El último fin de semana, el propio Arias echó de la práctica, y de mala forma, a periodistas partidarios acusándolos de espiar para el conjunto de Mar del Plata.
En el contexto de este escenario, parte de la Subcomisión de Fútbol asegura que Arias, ocurra lo que ocurra en los dos últimos partidos de Chacarita por el campeonato, seguirá siendo el entrenador en vista a la próxima temporada en la que se espera que el Funebrero tenga un equipo con caras nuevas. Sin embargo, otros miembros pertenecientes al mencionado departamento no parecen estar convencidos con el trabajo realizado hasta aquí por el entrenador y observan de reojo la posibilidad de ser quién encabece el plantel en 2022.
Dos encuentros (Estudiantes de Buenos Aires en Caseros y Mitre de Santiago del Estero en San Martín) separan al Funebrero del final del sufrimiento que resultó ser el torneo de la Primera Nacional. Y como el equipo no pelea por absolutamente nada, las miradas están puestas a lo que ocurra con el DT: ¿Seguirá Federico Arias?
¿QUERÉS RECIBIR LAS NOTICIAS DEL FUNEBRERO POR WHATSAPP? - Acá dice cómo (no es grupo)