Bajo la consigna "El Turf es trabajo y el turf es familia", se realizó una nueva manifestación en el Hipódromo de San Isidro en protesta a la eliminación del Fondo de Reparación de la Industria Hípica de la Provincia de Buenos Aires, previsto en la ley impulsada por la gobernación y que ya obtuvo media sanción en el Senado bonaerense.
En ese marco, trabajadores, junto con representantes de gremios y de distintos ámbitos del turf realizaron un acto en repudio a esta situación. "El turf le da al país trabajo, producción y prestigio internacional", señaló en el encuentro Eduardo Ferro, secretario de la Asociación Gremial de Profesionales del Turf, quien además agradeció el apoyo del titular de Red Solidaria, Juan Carr.
También acompañaron referentes políticos como la senadora provincial Teresa García, concejales de los bloques del possismo, Unidad Ciudadana y ConVocación.
"Nací en San isidro y conozco San Isidro. Se lo que significaría que se termine la actividad hípica y la cantidad de puestos de trabajo que va a afectar esto", sostuvo en una entrevista con Que Pasa Teresa García, y añadió que "lo más codiciado en San Isidro es la tierra, porque es lo que más escasea, y yo estimo que lo que hay es una intencionalidad de un fenomenal loteo para un emprendimiento inmobiliario, cosa que vamos a combatir desde antes de su inicio".
Paralelamente se realizaron actos en los Hipódromos de La Plata, Tandil, Azul, Dolores y Mar del Plata.
Hace un mes, se realizó una primera manifestación, donde participó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
Los organizadores de la convocatoria expresaron que el objetivo es evitar la "incomprensible e injusta decisión de la Gobernadora María Eugenia Vidal de eliminar el Legítimo Fondo de Reparación de la Industria Hípica de la Provincia de Buenos Aires".
La nueva ley, cuyo texto fue aprobado en el Senado bonaerense, reduce hasta ser eliminado el año próximo el fondo de reparación que los hipódromos reciben en compensación por la inhibición dispuesta por la Provincia para instalar tragamonedas, como sí ocurre en la Ciudad con el hipódromo de Palermo. El fondo surge de un impuesto a los bingos.