Trabajadores del turf realizaron en el mediodía de este viernes distintas protestas en reclamo de la reapertura de los hipódromos de San Isidro y Palermo, cuyos cierres mantienen la actividad paralizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La primera manifestación tuvo lugar en San Isidro con la asistencia más de un centenar de entrenadores, cuidadores, vareadores y peones, entre otros actores de la actividad, que se manifestaron en Diego Carman y avenida Márquez.
La segunda, se hizo en las primeras horas de la tarde en Palermo, donde los trabajadores hípicos cortaron la avenida Del Libertador, a la altura Olleros, para hacer sentir su reclamo por "garantizar la subsistencia de 80 mil puesto de trabajo", según algunas de las pancartas exhibidas.
Otras de las consignas de los manifestantes fue el pedido de ayuda a los gobiernos de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires para las familias dependientes de un sector sin ingresos desde que se estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el país por la pandemia de coronavirus.
La última reunión hípica en el AMBA se llevó a cabo el 17 de marzo y desde entonces apenas hubo dos citas en todos el país: el 28 de junio en Entre Ríos y el último jueves en Tucumán.
"Ya no damos más, queremos correr ya. La industria hípica emplea más de 80 mil trabajadores y hay 320 mil personas que dependen de la actividad. Hace 126 días que vengo a la mañana a la Villa Hípica para mantener a mis caballos en estado. Entiendo la dificultad que plantea el coronavirus, pero nosotros no tuvimos ni un solo caso desde marzo hasta acá", dijo a Télam la entrenadora María Álvarez.
De la manifestación también participaron otros reconocidos preparadores como Juan Saldivia y Antonio Iguacel, del mismo modo que Alberto "Tatino" Ibáñez, dueño del caballo Miriñaque, ganador de la Polla de Potrillos el año pasado. "Todos aguardamos por el permiso para volver a correr, nuestras fuerzas flaquean, pero estaremos acá defendiendo el turf hasta el último momento", se comprometió Álvarez.
Juan Gutiérrez, otro trabajador vocero de la manifestación, pidió el inmediato regreso de la actividad, al entender que "el turf es un deporte individual y al aire libre, en el que trabaja un jockey con un caballo, y que se puede correr sin público como está ocurriendo en todas las capitales más importantes del mundo".
"Desde que se decretó la cuarentena nosotros seguimos trabajado igual porque tenemos que atender a los caballos, pero no es posible que no tengamos actividad cuando en los hipódromos no hemos tenido ningún caso de contagio de coronavirus", advirtió.
"Un peón tiene entre 100 y 150 metros para trabajar y atender a sus caballos. Es imposible el contacto con otro trabajador, no hay contacto humano", concluyó.