En la mañana del sábado, la noticia de un crimen sacudió a los vecinos del barrio San Francisco. Había ocurrido a la madrugada, presuntamente en el marco de una pelea. La víctima era un joven de 20 años, identificado como Jairo Nahuel Pereyra. Un sospechoso de 17 años, también del barrio, fue detenido y trasladado a La Plata, mientras que uno de sus primos fue demorado y finalmente quedó en libertad.
Según las primeras pesquisas realizadas, el asesinato sucedió pasadas las cuatro de la madrugada del sábado, cerca del cruce entre las calles Quirno Costa y Sarratea. El relato de los vecinos indicaba que Pereyra salió de su trabajo como albañil el viernes y se quedó con un grupo de amigos tomando una cerveza. Ya de madrugada, y por motivos que aún se intenta determinar, habría comenzado una violenta pelea entre grupos del mismo barrio. “Cuando Jairo dejó de pelear y se dio vuelta, el que ahora está detenido le tiró dos disparos a quemarropa. Uno en el brazo y otro en el pecho”, relató una persona del entorno de la familia, que prefirió resguardar su identidad. Así, Pereyra quedó tendido en un charco de sangre y falleció luego por la gravedad de las heridas.
El atacante se dio a la fuga entre las calles del barrio. Horas más tarde, personal de la Comisaría Primera de San Fernando y efectivos de la Coordinación de Policía de Tigre localizaron al sospechoso en la calle Ituzaingó al 2000, en la localidad de Rincón de Milberg, partido de Tigre, según informó el diario Crónica. En tanto, se busca determinar si más personas tuvieron responsabilidad en la pelea fatal.
Jairo Nahuel Pereyra vivía junto a su madre y hermanos, cerca de donde fue asesinado a quemarropa. Trabajaba como albañil, estaba en pareja y aguardaba con ansias a su primer hijo, que llegaría en menos de dos meses. Recién hoy podrían entregar el cuerpo del joven a su familia, que esperaba para despedirse y enterrar a su ser querido.