Columna del Hincha fecha 26 vs Casla
Por: Juan Dall'Occhio
Fotografía: Carlos Borgonovo - CAT Oficial
Después de gritar encendidos ese gol agónico de Rincón, de saber justo el empate de Tigre contra el planteo mezquino de Bauza en Victoria, de abrazarnos emocionados entre todos porque se inflara la red después de haber estado tan cerna una, dos, tres, cuatro veces durante el partido. Después de los últimos minutos que entendimos que si Tigre iba para adelante hasta se lo ganaba (porque si lo empataba antes se lo ganábamos). Después del pitazo final y el festejo de los jugadores, y la desidia de San Lorenzo y ese puñado de hinchas dirigentes que vinieron a victoria. Después de eso, después de recibir el topo Yiyo de Sebastián gritamos “Me parece que el cuervo no sale campeón, porque Tigre los cagó”. Como ya se lo habíamos cantado a Estudiantes de la Plata cuando se lo dimos vuelta en aquel 2010 después de ganarle 2 a 1 en Victoria.
Pero el que no sale campeón es Tigre. Y no es pesimismo, es porque al comienzo de la temporada nos ilusionamos. Porque el técnico y los jugadores lo declaraban esperanzados “mi obsesión es ganar un campeonato con Tigre”, decía al técnico en Tandil, “vamos a hacer lo posible para poner la estrella en el escudo de Tigre”. Y arrancamos bien, ojo. Aún recordamos el 2 a 1 agónico en Rosario que, al menos, merecía ser empate. Hoy el 1 a 1 con San Lorenzo y vaya a saber qué resultado sacamos en la Boca ¿les sobra mucho a los que pelean el torneo? La cuestión es que Tigre tenía con qué, tuvo tres competiciones. En la copa nos frenó Racing y en la Sudamericana nos vapuleó ¡Huracán!, en el campeonato ¿nos frenó el empate insólito con Velez como nos frenó el año pasado la derrota insólita en Mendoza? a Tigre lo frenó Tigre.
Se armó un buen plantel para sumar, no para campeonar. Se tiene una buena estructura para no perder de local, no para ganar de visitante como la del Central del Chacho. Tigre no fue menos que Central nunca, pero hoy se llevan a Larrondo que se acostumbró al fútbol argentino acá, pero eligió explotar en Rosario. Nos conformamos con empatar contra San Lorenzo de local, cuando con presión y precisión lo teníamos que ganar. Alfaro aún no le encontró la vuelta a las posiciones, y la temporada se agota. Pelletieri, Paglialunga, Menosi, Arzura, González Pirez, Orsan, Wilchez, Sánchez, Rodríguez, Galmarini, Alexis Castro, Itabel, Janson ¿qué pasó en la mitad de la cancha? Adelante siempre fue Luna y… Rincón, Fede González, Larrondo, Garate, Wilchez. En la defensa se cambió la cancha tres veces a Godoy (en los dos laterales y de central), prendimos fuego al colo Izaguirre en la copa contra Huracán ¿y después qué?
Que la gran cantidad de puntos que sacamos en el campeonato no nos confunda. Si Alfaro sigue en Tigre (gran técnico) es el momento de dar el salto de calidad. Que Tigre se sienta protagonista, que agarre la pelota cuando tiene la responsabilidad y pueda hacer 3 pases seguidos de mitad de cancha hacia adelante, y no que sea una sorpresa como la del sábado. Que la dirigencia acompañe la decisión de cualquiera sea el próximo técnico, pero que se imponga la mirada a las inferiores por sobre los jugadores de otros clubes en malos momentos (caso Pelletieri, Sand, caso Pulpo González… entre otros) o repatriar viejas glorias para tener un colchón de buena onda con los hinchas relegando a los pibes. Que el campeonato que viene los hinchas cantemos y nos merezcamos cantar: “me parece que el cuervo no sale campeón, me parece que el cuervo no sale campeón, sale Tigre, sale TIGRE si señor”.