En la visita realizada en el mes de febrero, los directivos de la escuela, Norma Tapia y Daniela Rabbiosi, habían planteado a los concejales la necesidad que tiene la institución de tener doble jornada porque consideran que “4 horas nos son suficientes para el aprendizaje de los chicos” además de “funcionar como un lugar de contención para los alumnos que asisten por el entorno que los rodea y de trabajar para dar respuesta a las necesidades de la comunidad”.
Gonzalo Beccar Varela expresó: “los chicos que concurren a la escuela enfrentan todos los días una realidad muy difícil cargada de carencias. Éste es el lugar en donde ellos también pueden aprender de respeto y valores, por eso creemos que es necesario invertir en la educación”.
Según un estudio de UNICEF que mide la pobreza multidimensional (herramienta que permite analizar en detalle las privaciones que sufren los chicos, que son causantes de desigualdad), el 30% de las chicas y chicos de entre 0 y 17 años que vive en Argentina es pobre y un 8,4% es extremadamente pobre. La dimensión Educación, por ejemplo, cuenta con tres indicadores: niñas, niños y adolescentes en edad escolar obligatoria que no asisten a la escuela, que tienen entre 14 y 17 años con educación primaria incompleta, que asisten pero con sobreedad. El estudio muestra que el 19% de niños que no son pobres por ingresos sí lo son por dimensiones no monetarias como la educación o la vivienda inadecuada.
Al respecto, Beccar Varela opinó que “hay que trabajar para lograr un equilibrio en la educación. Si se logra la doble jornada, los chicos tendrán las mismas posibilidades de crecimiento en su nivel académico que los chicos que tienen mejores recursos. Al tener materias extra programáticas le dedicarán más tiempo al estudio y permanecerán más tiempo en la escuela. Los chicos que sufren la pobreza son los que tienen que tener mejor calidad educativa”.
Juan Medina afirmó que “con el proyecto queremos garantizar el derecho a la educación, asegurar la alfabetización de los alumnos y su inserción sociocultural. Queremos ofrecer a los chicos espacios de evaluación de su desempeño y de sus aprendizajes como instancias de reconocimiento de sus progresos y de identificación de lo que falta aprender. Queremos que la doble escolaridad precisamente sea para tener jornadas de materias extra programáticas para que se le brinde a nuestros chicos calidad en la educación”.
El proyecto tiene como eje un Plan de Continuidad Pedagógica, incluye un Proyecto de Pedagogía Alimentaria y Talleres de Informática, Inglés y Lenguaje Artístico, a través de los cuales intentan promover un espacio de aprendizaje significativo.
“Las escuelas no pueden revertir la política económica y social, pero podemos brindar mejores condiciones, creando un clima de respeto y convivencia donde se estimule el cuidado mutuo y se pueda pensar y crecer”, aseguró Medina y agregó: “La doble escolaridad da lugar a la integración de los chicos y amplía el horizonte de posibilidades para ellos, como para las madres que necesitan contar con un espacio en el que sus chicos estén cuidados para poder ir a trabajar”.
El legislador provincial Sebastián Galmarini ya presentó en la Cámara Alta bonaerense un pedido de informe para que el gobierno bonaerense comunique la cantidad de escuelas con jornada extendida o completa ubicadas en San Isidro.
El objetivo de esa iniciativa es exigir que el gobierno cumpla lo establecido en la Ley de Financiamiento Educativo, que debió alcanzar entre los años 2006 y 2010, como mínimo, que un 30% de los alumnos de educación básica tuvieran acceso a escuelas de jornada extendida.
