La Casa de Cultura de Boulogne y el Instituto Román Rosell, que atiende a personas ciegas y con baja visión, se unen para dar lugar a "De muchos modos. Muestra itinerante - Arte diverso", una exposición que será inaugurada el viernes 13 de septiembre, a las 18hs en la Avenida Avelino Rolón 2315. Podrá visitarse hasta el viernes 27 de este mes, de lunes a viernes, de 10:00 a 19:00, con acceso gratuito.
Pinturas, piezas de cestería y mimbrería, y una serie de poesías forman parte de esta propuesta animada por alumnos del Instituto Rosell, que depende de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.
El día de la apertura, la profesora de Arte Integral de la Casa, Lorena Sánchez, y la de Artes Plásticas de la institucional nacional, María Fernanda Grandi, encabezarán una clase abierta. Allí se profundizará en las herramientas (reglas de medición, stencils y otras) y las técnicas diseñadas en el Rosell para facilitar la pintura en personas ciegas o de baja visión. Todo un intercambio de estilos y formas de enseñar y aprender.
Buena parte de la planta baja de la Casa, coordinada por Laura Pinnola y Carina Esmoris, será ocupada por esta iniciativa, que además de las pinturas de los alumnos Alfredo Valles, Laureano Castaño, Antonia Oriolo, Tucho Laszlo, Daniel Irusta, Silvia González y Erasmo Romero, exhibirá piezas del Taller de Artes Textiles, de la profesora María Alicia Gamiz, y del de Mimbrería, de Oscar Ponce, entre bolsos materos, porta macetas, paneras, bandejas, costureros y más objetos.
De las paredes también colgarán poesías de María Cejas, licenciada en Letras (UBA), y más pinturas, las de José Hilario Demarchi, un vecino histórico de Boulogne.
Pepe, como se lo conoce, nació en el pueblito cordobés Saturnino María Laspiur y a los 9 años viajó con sus padres a Buenos Aires para ingresar en el Rosell, donde cursó la escuela primaria, como miembro de la primera camada del establecimiento. Demarchi se jubiló como empleado de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, donde fabricaba escobillones que luego se utilizaban para el barrido de calles, y en 2008 regresó al Rosell al enterarse que una profesora de artes plásticas, Amanda Ochatt, de quien guarda excelentes recuerdos, daba clases de pintura para ciegos.
“Participé cinco años de esas clases, en las que comprobé las enormes posibilidades que tenemos los ciegos en el arte pictórico. Fueron momentos inolvidables”, comentó Demarchi, cuyas pinturas, como las de otros que siguen su camino, serán testimonio de una vida colmada de esfuerzos y de una férrea vocación de seguir adelante, más allá de los obstáculos.
El Instituto Román Rosell, fundado por el filántropo homónimo, ofrece a las personas con discapacidad visual la posibilidad de capacitarse, practicar deportes, participar de talleres de expresión artística, de cocina e informática, realizar rehabilitación y adquirir nuevas habilidades que faciliten su inserción en la vida familiar, laboral y comunitaria.
Funciona en Tomkinson 2300, San Isidro. Para más información, comunicarse al 4743-2044/5.