A poco más de una semana del doble crimen del mago Leonardo "Alex" Fernández y de su novia Jessica Cigola en San Fernando, la principal hipótesis de los investigadores apunta a un empresario de Nordelta que tenía una deuda con la víctima por drogas.
Si bien Fernández se promocionaba a sí mismo como "ilusionista" hacía varios años que la magia ya no era su fuente de ingreso más importante, incluso había cerrado la escuela que había montado con un socio, y de acuerdo a lo difundido por Clarín, el ilusionista frecuentaba fiestas en barrios privados y se habría dedicado a la venta de estupefacientes.
La causa tiene hasta el momento tres detenidos: Rubén Grasso, quien sería un amigo en común del mago y el empresario que compartía con ellos las fiestas y los excesos, Roberto Alegre, su hermanastro, y Alexis Bonnet, el hombre que los dos anteriores habrían contratado para desvalijarle la casa.
De acuerdo a la reconstrucción a la que tuvo acceso ese medio el empresario de Nordelta investigado tuvo problemas con varios de sus vecinos por lo que tuvo que mudarse varias veces dentro de Nordelta y es adicto a la cocaína. Esa adicción justamente fue la que lo conectó con el mago Alex, que -se cree- le vendía la droga y era por tanto su principal acreedor.
Este empresario de Nordelta es hermano de un narco detenido en 2019 acusado de estar involucrado en el tráfico de efedrina y amigo de Leopoldo Bina, una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez.
Para los investigadores, el hombre que reside en nordelta le habría encargado a Grasso, uno de los tres detenidos, que "apretara" al mago para recuperar 22 mil dólares que le había pagado recientemente para achicar la deuda, solo que el "encargo" se le fue de las manos y terminaron asesinando a Fernández a golpes y a su novia, a quien aparentemente no esperaban en el lugar, a puñaladas.