Nuevo capítulo en la batalla Nordelta vs. carpinchos: cercos electrificados y polémicos comentarios de la pareja de Mauro Zárate

La modelo y panelista Natalie Weber expresó su malestar por la presencia de los animales en el barrio privado de Tigre, donde tiene su casa junto al futbolista. Días atrás, Alejandro Fantino había denunciado que vecinos de ese barrio electrificaban cercos para que los animales no se acercaran a los lotes y la Defensoría bonaerense solicitó que fueran removidos.

Los carpinchos son pobladores naturales de la zona norte del conurbano. Al tener gran cantidad de regiones que son humedales, estos animales se encuentran dispersos por distintos espacios. La proliferación de barrios privados en las últimas dos décadas pusieron en jaque esta convivencia armónica de esta especia, entre otras tantas, con el ambiente y esta situación siempre suscita polémicas.

En Nordelta, exclusivo barrio privado del partido de Tigre, los carpinchos comenzaron a verse en gran cantidad durante 2020, ya que por la cuarentena y con la gente quedándose dentro de sus casas, comenzaron a apropiarse de los espacios al aire libre, y su población creció desde ese entonces a esta parte. Este crecimiento poblacional mostró manifestaciones en distintos grados de agresiones hacia estos animales como producto de la incomodidad de muchos vecinos por su presencia.

En esta oportunidad, Natalie Weber, modelo, panelista y esposa del futbolista Mauro Zárate, se refirió a la molestia que le ocasionan en su hogar en Nordelta cuando se acercan a la piscina y a su jardín. “Tuve que cercar mi terreno, miren”, comenzó diciendo al aire de Desayuno Americano, mientras mostraba el límite de su propiedad que da al lago con un cerco de alambre tejido de punta a punta de su lote. “Esto es para que no pasen, porque a veces estoy en mi dormitorio y veo a dos o tres tirados en el jardín y ya sé que al otro día tengo todo destruido”, relató.

“¿Y qué te rompen?”, le preguntó Pamela David. “Todo”, respondió de inmediato. Acto seguido, le pidió al camarógrafo que la siguiera y ella describió lo que ocurre. “Este cantero, por ejemplo, lo rompen”, explicó mientras se veía un rectángulo de plantas ubicadas al costado de la galería de su casa. Luego, siguió detallando otros problemas que le ocasionan estos animales: “Cuando el jardinero deja la puerta de la tranquera abierta pasan y destruyen todo. La pileta la ensucian, se comen las plantas, los canteros los arruinan por completo”.

En ese momento, el periodista Damián Rojo recordó que los carpinchos ya estaban en el lugar antes de que se construyeran estos barrios, y que “ese es su hábitat natural”. Entonces, Weber se mostró molesta ante el comentario. “¿Pero qué querés que haga?. Yo no estoy de acuerdo en electrificar los cercos, como hacen algunos, para mí son animales y no hay que lastimarlos, pero qué se puede hacer”, preguntó visiblemente indignada. “Debería actuar fauna de la provincia”, respondió Rojo.

“Hay más de doscientos carpinchos. El carpincho no hace nada, no ataca, no molesta, lo que pasa es que va a llegar un momento en que la situación va a ser un poco insostenible, porque se reproducen, cada vez hay más y pueden haber accidentes”, sostuvo Weber. De inmediato, continuó con su explicación. “Lo que pasa es que entre las avenidas de Nordelta, que puede ser la del Golf o la de los Lagos, tenés un boulevard que tiene como mucho arbusto y a veces te salen por ahí y vos no los ves”, siguió la modelo acerca de los accidentes que suelen ocurrir con estos ejemplares. 

“Lo grave es que sabiendo que atropellaste a alguno no frenes para ayudarlo. Pero son cosas que pueden pasar, porque están libres”, manifestó. “Que las autoridades se pongan de acuerdo y vean qué es lo que hay que hacer”, cerró al no poder encontrar una solución al debate que se había formulado en el estudio.

Los cercos electrificados en Nordelta: un nuevo problema para los carpinchos

Días atrás también circuló una denuncia pública del periodista Alejandro Fantino sobre el maltrato a los carpinchos por parte de vecinos del barrio privado, a través de la colocación de cercos electrificados. Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires solicitó que se remueva inmediatamente todo elemento que en forma intencional haya sido colocado para causar un daño o la muerte de animales.

Además, la Defensoría reclamó que se determinen las responsabilidades del Consorcio Nordelta ante esta situación, y las responsabilidades penales de quienes pudieran haber incurrido en actos de maltrato o crueldad animal, de acuerdo a lo que dice la Ley 14.346.

Por otra parte, el organismo pidió participar de una inspección presencial conjunta en el lugar de los hechos, y la conformación de un ámbito de definición de las políticas a desarrollar para el adecuado control y protección de la fauna animal en Nordelta, con intervención de los representantes legales de todas las partes involucradas.

“Estamos en un claro ejemplo de maltrato animal, de acuerdo a lo denunciado. En este caso se trata de una especie que se encuentra en su hábitat natural y que no representan una amenaza para las personas. Se deben tomar cualquier medida necesaria para evitar este tipo de violencia, sobre todo en espacios comunes”, expresó Lorenzino.

“En la Defensoría promovemos que se considere a los animales como personas no humanas sintientes, un concepto que nos permite hablar de la idea de sentimiento y de personalidad, que no se refiere a la humana sino a la jurídica, que reconoce a quienes gozan de este estatus la posibilidad de poseer derechos”, puntualizó.

La Defensoría ya inició actuaciones de oficio ante este tema y llevará adelante presentaciones ante la Dirección de Fauna Provincial y el Consorcio de Nordelta.