Con el objetivo de evitar que ante lluvias intensas los sistemas de desagüe colapsen y generen inundaciones, se suma un nuevo reservorio, ubicado en la intersección de las calles Nicolás Avellaneda y Clemente Onelli, en las Lomas de San Isidro. La obra fue llevada a cabo por el barrio cerrado La Clementina como parte de la normativa que estipula que las empresas o emprendimientos privados que realicen nuevos proyectos de construcción, deberán dedicar un espacio a la acumulación de agua de lluvia.
El nuevo reservorio tiene una capacidad de acumulación de 6 millones de litros de agua. Funciona a través de un sistema que utiliza la gravedad para drenar el agua, sin la necesidad de utilizar energía eléctrica. Además, acciona como un pulmón verde para la zona.
“Este es un gran avance para prevenir cualquier problema que pudiese provocar el desborde del arroyo Pavón. Con esta norma el beneficio es total porque permitimos el desarrollo de emprendimientos, cuidamos el medio ambiente e evitamos inundaciones. Todas consecuencias que mejoran la calidad de vida de todos los vecinos”, expresó el intendente Gustavo Posse tras recorrer el espacio.
“No es simplemente un espacio que acumula agua, sino que es un sistema hidráulico. El reservorio está dividió en dos sectores, que funcionan con un sistema de vasos comunicantes que reciben el agua del arroyo. Una vez que el agua comienza a descender se abren unas clapetas, ubicadas en la parte baja del reservorio, que drenan todo el espacio”, cerró el subsecretario de Planeamiento Urbano, Diego Augusto, quien acompañó al intendente en la recorrida.