En las últimas horas del lunes, la Policía Bonaerense detuvo a Leandro Tulia, entrenador de yachting, acusado de abusar sexualmente de Eugenia Bosco, quien se alzó con la medalla de plata en vela en la categoría Nacra 17 en las Olimpíadas de París del año pasado.
Tullia fue capturado por la Sub DDI de Vicente López en las inmediaciones del Yacht Club de Olivos, su lugar de trabajo, sobre la avenida del Libertador. La causa en su contra, a cargo de la UFI de Género de Vicente López a cargo de la fiscal Lidia Osores Soler, incluye a otras tres víctimas, todas ellas vinculadas al deporte.
Bosco, oriunda de San Pedro, relató los ataques que sufrió en una entrevista a La Nación a comienzos del mes pasado. “Lo silencié mucho tiempo”, aseguró Bosco luego de realizar la denuncia penal que inició el caso. Tulia, de 53 años, negó los hechos a través de su defensa.
Bosco, al momento de los ataques, tenía entre 11 y 12 años de edad. Según su propio relato, Bosco denunció a Tulia tras su victoria en París, donde fue portadora de la bandera argentina en la ceremonia de clausura. Un informe del expediente al que accedió Infobae revela que la primera víctima que reportó al entrenador relató ante la Justicia en noviembre último que solía practicar vela en el Yacht Club de Olivos, donde Tulia era su instructor. Los viajes para competir en certámenes “podían durar de 15 a 20 días”, dice el informe. Los padres de los menores no estaban allí.
Así, según la acusación, Tulia habría tocado a las menores con la excusa de “masajearlas” para que no estuvieran “tan tensionadas”, hechos de abuso agravado que habrían ocurrido entre los años 2012 y 2013. Los relatos de tocamientos no consentidos, en una clara relación vertical de poder, se repiten en los testimonios de las mujeres.
El acusado, de acuerdo al relato de Bosco a La Nación, manipulaba a las víctimas para obtener a cambio de privilegios, como el uso de teléfono celular y computadoras y el acceso a los mejores barcos para entrenar. La medallista asevera que fue atacada en el dormitorio de Tulia. “Pasé por mil etapas de vergüenza, de no aceptarlo, de pensar que yo era la culpable. Después de un tiempo lo puse en la mesa y dije: ‘Yo era chica, no tenía el control de esta situación’”, aseveró.
Así, tras el desarrollo del expediente, la fiscal Osores Soler ordenó el arresto de Tulia. Su indagatoria se espera en las próximas horas.
