Once detenidos por integrar una banda de ciberestafas: allanamientos en el conurbano

Como parte del operativo, se realizaron procedimientos en Vicente López, San Fernando y General Rodríguez, entre otras ciudades del país, la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.

Once personas fueron detenidas por una gran ciberestafa en decenas de ciudades de toda la Argentina. La policía de la Ciudad de Buenos Aires capturó al líder de la organización, un hacker informático que produjo un ataque contra una fintech y su sistema, que desvió más de 70 millones de pesos desde cuentas válidas hacia cuentas falsas, y luego los traducía en criptomonedas para que no pudieran ser rastreados fácilmente.

El fiscal Miguel Kessler ordenó congelar las 50 cuentas bancarias correspondientes a los responsables, mientras que aún se desconoce el monto preciso de sus fondos. Los investigadores pudieron detectar dichos fondos e identificar a los sospechosos. Debido a esta investigación, que llevó alrededor de 6 meses, se hicieron 11 allanamientos simultáneos en distintas partes del país que culminaron con la misma cantidad de detenidos entre Capital Federal, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro y Buenos Aires (en Vicente López, San Fernando, Avellaneda y General Rodríguez).

Entre los detenidos hay hombres y mujeres. Uno de ellos había sido detenido previamente por otras estafas informáticas. Otro también tenía antecedentes por robo en grado de tentativa y estafas anteriores. La mayoría de estos once sospechosos tiene antecedentes penales por robos y estafas.

En los allanamientos se secuestraron equipos informáticos entre los que se contaron 39 celulares, 12 notebooks, 5 CPUs, 11 dispositivos USB y dinero en efectivo (pesos y dólares).

Cada uno de los imputados fue trasladado hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para declarar frente al fiscal Keisser, el Titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº5, que se especializa en delitos relacionados al ciberfraude, en este caso con la modalidad conocida como "Carding".

Los detenidos quedaron alojados en las alcaidías porteñas e incomunicados entre sí. La jueza Paula Núñez Gelvez aceptó la prisión preventiva para el líder de la organización delictiva tal cual lo había solicitado el fiscal, así como también congeló los fondos de los otros acusados.