Allá por mayo de este año, un grupo de internos de la Unidad 47 San Martín, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), comenzó un taller en el que formaron una Orquesta de Cámara en la Cárcel, en el marco de las actividades culturales que se desarrollan en los establecimientos penales.
El proyecto musical se lleva adelante a través del área de Cultura de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento, y varios de los participantes tienen conocimientos de guitarra, teclados y percusión que vienen desarrollando en el Centro Cultural que funciona en el penal, a cargo del coordinador Pablo Montemurro. La idea la conformación de la orquesta es profundizar esos saberes con el objetivo de una presentación a fin de año.
Carolina Wagner, directora del Proyecto, expresó que es la primera vez que se desempeñan en contexto de encierro y que “el objetivo es brindar un espacio de aprender y hacer música. Todos estamos muy entusiasmados, tanto los participantes como nosotros, y convencidos de que la música tiene el poder de sanar y cambiar, aprender algo bello que te modifica”.
Las clases se dan dos veces por semana, durante tres horas y participan 15 hombres y cinco mujeres. Los lunes, abordan la enseñanza de un instrumento y los viernes, lenguaje musical. El equipo docente está formado por la directora Carolina Wagner (lenguaje musical), Gustavo Nuñez (chelo), María Eugenia Romero (violín) y Sergio Bertagni (lenguaje musical).
La iniciativa cuenta con el impulso del Juez de Ejecución Penal N°1 de San Isidro, Alejandro David, y la orquesta El Cordal Ensamble, compuesta por músicos que llevan adelante el espacio. Para la realización de este proyecto, desde el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires se adquirieron en mayo tres chelos, tres violines y tres violas.
"Así empezó a trabajar un grupo heterogéneo. Algunos de los internos tenían nociones musicales más populares, pero ninguno había tenido en sus manos instrumentos de cuerda que conocieron en la orquesta. Ahora se encuentran afianzados como equipo, emparejados en lo musical y consiguieron nuevas donaciones como un piano y un ukelele", contaron desde el Servicio Penitenciario.