Era previsible, pero siempre que sucede llama la tensión y genera malestar. En el plantel de Tigre hay limpieza, debido al cambio de año con contratos que se acaban, ciclos que se cumplen y un técnico nuevo que dispone de sus prioridades. Por lo tanto, las salidas del club no tardaron en llegar.
Arzura (River) y González Pírez (probablemente Estudiantes) era algo lógico por sus rendimientos. Sorprendió lo de Sánchez (también al Pincha) que no renovó. Y luego se sumaron D’Angelo (Newell’s), Goñi (Almería), Pelletieri (Lanús), Paglialunga (Olimpo), Morales Neumann (Independiente Rivadavia) y Bonadío (volvió a Boca). Además, Rincón suena en Estudiantes y no se descarta que algún juvenil más se vaya. Por si fuera poco, el entrenador le habría comunicado a Horacio Orzán y a Mariano Echeverría que no los tendría en cuenta para el próximo torneo.
Lo que compensa el éxodo de jugadores son los arribos de Lucas Pittinari, Ezequiel Cirigliano y Diego Castaño y las renovaciones Lucas Wilchez, Chimo Blengio y Nicolás Pantaleone, todos por 18 meses.