Nicolás Pachelo declaró este viernes por última vez como imputado en el marco del tercer juicio por el crimen de García Belsunce. Se defendió de las acusaciones de la fiscalía y afirmó que no mató a María Marta ni le robó, al tiempo que señaló que no "la odiaba" y que es "totalmente ajeno” al hecho.
El principal imputado por el crimen de la socióloga se sentó a las 19:04 horas y declaró cerca de dos horas frente a los jueces que integran el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, integrado por Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.
“Yo no maté a María Marta, yo no le robé, no fui campana ni la odiaba; soy totalmente ajeno a eso”, fueron las últimas palabras de Pachelo luego de las 36 audiencias que duró el debate oral.
Antes de ello, el principal imputado del crimen de María Marta tuvo un fuerte cruce con Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro, quien aseguró que “no le da la nafta” al declarar “solo 20 preguntas de las 100 que tenía”.
“Me hizo sacar el teléfono, después quiso robustecer con una amenaza a un periodista, me quisieron sacar las zapatillas, me abrieron la causa de muerte de mi padre, imputaron a mi novia. Yo siento que usted es un denunciador serial y voy a decir por qué: objetó la defensa de (Marcelo) Rodríguez Jordan (abogado defensor), la designación de Andrejin… falta que denuncie a Criado (en referencia al policía que custodia la sala)”, se defendió Pachelo.
Ferrari fue tajante y le retrucó: “¿Sabe dónde tenía la caja fuerte María Marta? Ni idea –respondió Pachelo-; bueno que quede constancia, ya va a saber por qué”, le dijo, desafiante.
Pachelo esgrimió una serie de hipótesis de por qué podría haber ingresado a la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce y haber cometido el crimen.
“El peor momento para ir a robar es cuando termina el partido, el mejor es durante el partido. Y me voy por el camino más corto, no por el más largo”, aseguró Pachelo al referirse sobre una de las hipótesis por él planteadas.
El imputado se preguntó para qué iba a ir corriendo a la casa para robar: “No tiene sentido correr para cometer un hecho. Corrí porque fui a buscar el auto para ir a buscar a mi hijo”.
“Acá le escuché a la fiscalía que había un millón de dólares en lo de María Marta. Yo tuve un millón de dólares arriba de la mesa y sé el tamaño que tiene un millón de dólares. Tiene que estar dentro de una caja fuerte grande...Si iba corriendo, ¿Dónde llevo el revólver, la barreta y el destornillador para abrir una caja fuerte?”, cuestionó.
Pachelo recordó lo que, según él, realizó ese domingo 27 de octubre, desde que se despertó hasta que fue a buscar a su exesposa, Inés Dávalos Cornejo, a un recital a la ciudad de Buenos Aires.
“Me levanté, desayuné, estuve con mi familia, fui a jugar al fútbol. Después fui a buscar a mi hijo. Volví al Carmel 17:37, tuve que bañarme, ir a buscar el auto y salir para Capital”, describió, y agregó con ironía: “Me sobran 20 minutos, me voy a dar vuelta con un revólver a ver si la veo a María Marta para matarla”.
Por último, Ferrari comenzó a enumerar la cantidad de acusaciones que tuvo de amenazas y robos que fueron mencionando los testigos durante las 36 jornadas en las que se extendió el juicio oral.
Ante ello, Pachelo reconoció que vio en un shopping a María Laura García Belsunce, hermana de María Marta, y le dejó un plato para Carrascosa, cuando éste estaba detenido.
“Estaba comiendo con mi familia, en pleno auge del caso, yo estaba con mucha bronca”, reconoció.
Tras el testimonio de Pachelo, declaró José Ortiz, uno de los exvigiladores, también acusado del crimen.
“Soy inocente, soy ajeno a todo esto. El 27 de octubre hice mi trabajo y duermo todas las noches tranquilo”, aseguró, mientas que el otro empleado de la seguridad, Norberto Glennon, se negó a declarar.
El debate continuará el lunes 31, cuando se realizarán los alegatos de ambas partes y las últimas palabras de los tres imputados.