Marisol San Román es vecina de Vicente López y logró recuperarse del coronavirus, incluso luego de haber tenido una recaída. Tras pasar por un arduo proceso de recuperación, la joven de 25 años participó del programa de donación de plasma para ayudar a futuros infectados de Covid-19.
“Estoy feliz de haberlo hecho y saber que mi plasma será usado para tratar a los convalecientes”, contó Marisol a Infobae, y recordó que "en las primeras semanas de tratamiento por coronavirus, mi médico, el doctor Villar, me envió un flyer del CEMIC contando sobre la donación de plasma para pacientes convalecientes. ‘Es importante que una vez que te recuperes puedas ayudar a otros que la están pasando mal’, me dijo. Todavía faltaban varias semanas para que llegue el momento en que pudiese donar, pero entendí que era importante. La segunda persona en hablarme de eso fue Juan Comas, baterista de Las Pastillas del Abuelo. Cuando le conté que estaba esperando mi último hisopado su pregunta fue: ‘¿Vas a donar plasma?’. Mi respuesta fue un rotundo sí”.
Sin embargo, asume que “si no me lo hubiese contado él medico que me acompañó en el proceso, ni me lo hubiese recordado el artista de mi banda preferida, no me habría enterado de lo que es la donación de plasma, ya que en ningún momento del protocolo ninguno de los médicos que me atendió ni en los dos hospitales que me trataron, me lo mencionaron jamás. Es un tema que se habla poco, que tiene poca difusión”.
Para hacerlo, debió trasponer varias puertas: “En primer lugar te piden que te hayas recuperado de la infección y contar con los análisis PCR que hayan negativizado (es decir tener uno positivo y luego dos pruebas PCR negativas). Eso genera problemas desde el inicio, ya que dependiendo de la jurisdicción del hospital que atendió al paciente, puede haberle dado el alta médica con un solo test PCR negativo, y en estos casos el CEMIC se encarga de realizar el segundo test."
"En segundo lugar te piden que completes un largo formulario, como una declaración jurada, en el que tenés que contar todas las infecciones y enfermedades que tuviste, enviar los análisis que te realizaron durante la internación y los estudios médicos que dispongas. Desde ese momento, el caso pasa a ser evaluado por un grupo de médicos que determina si sos un posible donante de plasma. En tercer lugar, una vez aprobado el caso, pasás a estar en una lista de espera de donantes de plasma, y te asignan una fecha que depende de tu estado de salud: te piden que hayas pasado 14 días sin ningún síntoma del coronavirus”, explicó la joven.
“El día 15 de abril mandé mi solicitud por mail. Me contestaron rápidamente, me enviaron los formularios, y luego se contactó telefónicamente una médica del hospital. Me contó lo que era el proceso, y que durante el primer mes después de dar negativo tenés los anticuerpos de COVID-19 altos y ése es el momento justo para realizar la donación de plasma. Me explicó que en un brazo te sacan sangre, y en el otro te hacen una transfusión con tu misma sangre, y en el medio de todo eso una máquina se encarga de extraer el plasma. Dudo que haya sido la conversación más linda que haya tenido en mi vida, pero de todo eso me quedo con lo que más me ilusionó del llamado: se puede salvar hasta 3 vidas de pacientes en grave estado con una donación".
El plasma es una parte de la sangre que queda cuando, al extraerla, decantan los glóbulos rojos y blancos. La parte líquida, sin células, que suele ser de tono amarillo, es el plasma. “Cuando una persona se infecta con un virus, patógeno o microorganismo que lo enferma, la primera respuesta parte del sistema inmune. Este produce anticuerpos con las células de los glóbulos blancos. Estos pueden infundirse en otros pacientes para ayudar a combatir la infección", explicó a Infobae la bióloga química Laura Bover.
El 18 de abril se anunció en el Boletín Oficial la resolución del Ministerio de Salud para creación de un registro de potenciales donantes de plasma, de una lista de ensayos clínicos y la puesta en marcha del programa en seis centros de gestión estatal y dos de gestión privada del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El CEMIC es uno de los centros de salud que ya empezó aplicar plasma de pacientes recuperados de COVID-19. Los requisitos necesarios para hacerlo son: tener entre 18 y 65 años y estar clínicamente recuperado de la infección, demostrándolo con el resultado de una muestra negativa viral en el hisopado nasal.