| Por Matías Suárez |
Durante años en esa pared se desteñía la frase “¿La justicia dónde está? Crucificada en los altares del capital”. Hoy la mano del artista Índigo Ars invita a disfrutar otra frase sin letras que se plasma entre colores y nuevos paisajes: “Un pedazo de imaginación en la pared”.
Es una esquina como cualquiera de la Ciudad de Martínez, pero hoy los colores atraen a vecinos y transeúntes, en las paredes de Diagonal Tucumán e Hipólito Yrigoyen el artista martinense Índigo Ars ya deja su huella y, quizás sin darse cuenta, abre en este pedazo de San Isidro la puerta a la imaginación y a la rebeldía de los colores.
“El sueño del muralista es que le paguen para decorar la ciudad”, dice entusiasmado el artista que parece estar lográndolo. A diferencia de lo que se puede creer que sería un arrebato de la cultura, Índigo Ars expone un ejemplo del profesionalismo artístico, para las obras en este ya denominado: Pasaje Índigo, él es contratado por los vecinos y comerciantes para decorar sus paredes.
El contrato tiene una cláusula fundamental. “Me pagan con temática libre”, revela el muralista que a su última obra y la más destacada, donde un gran tigre de bengala parece observarlo todo, aún no le puso nombre. Sus dos obras anteriores en este nuevo pasaje cultural los llamó: “Bosque Molecular” y “El cóndor me ha visto volver”, que si tuviera música seguro sería de la banda Arbolito.
Indigo Ars, con sus figuras, paisajes y colores, no es la primera ves que deja plasmado su imaginación, según cuenta hay obras suyas en el Barrio Chino de Belgrano, en Tigre, y en cuanta pared lo inviten a decorar o él mismo pida permiso para hacerlo.
“Es una expresión personal y tiene un fin que es ver que le pasa al otro”, define este muralista y nuevo artista urbano que hoy conocemos, digno de admiración sobretodo por estar logrando lo primero que le dijo a este cronista: “vivir de los que me gusta”.
