Comenzó como suplente, perdiendo tanto su puesto natural de volante, como el nuevo, el de lateral. Pero a fuerza de buen rendimiento y de lesiones ajenas, se ganó el puesto y ahora, Martín Galmarini es titular indiscutido de Gustavo Alfaro.
Por: Darío Guadalupe
Se lo notaba afectado, fastidioso. Cada partido de Tigre que le tocaba ver desde el banco era una tortura y se notaba. Hablaba poco con la prensa y se exponía casi nada. Es que para éste torneo, Gustavo Alfaro prefirió a Eric Godoy en el lateral derecho, y a Facundo Sánchez como volante por ese sector. Por eso, Martín Galmarini no tenía opción que colgar la camiseta número ocho en el banco y esperar su chance. Y se dio.
Justamente en la Fecha 8, como algún designio del destino, Eric Godoy se lesiona a los 33 minutos del segundo tiempo, en lo que sería derrota en San Juan frente a San Martín. El que lo reemplazó fue el Patito, finalizando ese encuentro. Con la baja confirmada de Godoy por un par de partidos, Alfaro confirmó la titularidad de Galmarini para el partido siguiente. Y el siguiente. Y el siguiente. No se movió más del lateral derecho, a pesar de la recuperación de Godoy. Fue pieza importante para que Tigre ganara partidos clave como el clásico frente a Chicago.
En total, el Patito lleva jugados trece partidos en el torneo, comenzando los últimos nueve como titular, sin convertir goles aún. Pero con uno de los ídolos afianzado, los hinchas se ilusionan.