El concejal reelecto nos comparte su opinión sobre los últimos cambios en el gabinete del Gobierno Nacional.
Por Leandro Martin*
La llegada del Gobernador del Chaco Jorge Capitanich a la Jefatura de Gabinete de Ministros y de Axel Kicillof al Ministerio de Economía son señales concretas hacia la sociedad, las que reflejan no sólo la intención de sostener las políticas que han fortalecido al Estado, sino también el objetivo de trabajar sobre las distorsiones que a veces opacan el esfuerzo del conjunto.
El Gobierno ha interpretado el mensaje de la elección pasada y ha formado un gabinete destinado a resolver cuestiones como la inflación, que afecta fundamentalmente al bolsillo de los más humildes, o el problema de la restricción externa que tiene que ver con los dólares necesarios para cubrir los compromisos de deuda, la importación de energía, insumos industriales, etc.
Pero no sólo esta nueva formación ministerial deviene en resolver o corregir políticas ya implementadas, sino fundamentalmente a realizar los cambios y profundizaciones de cara a los años venideros. Para esto el gobierno está demostrando poseer un enorme sentido de grandeza y compromiso con las generaciones futuras, no necesita poner en juego su continuidad, ya que nuestra Constitución Nacional solo permite dos periodos consecutivos de una misma persona en la más alta magistratura del Estado. Claramente, los cambios introducidos por Cristina Fernández de Kirchner en el gabinete nacional son pensando en función del futuro de la Argentina como único interés.
La agenda futura del gobierno no es sencilla, pero a la vez apasionante y necesaria. Restructuraciones de deudas, atracción de inversiones extranjeras, continuación de obras públicas vitales, transportes públicos, desarrollo industrial, generación de empleo, competitividad comercial, afianzamiento de una política común regional, se convierten en un gran objetivo común para todos los argentinos, con la novedad de que estos desafíos no nacen en el seno de una crisis, sino en la seriedad de plantear que el bienestar general no es una meta estática sino una permanente aventura.
*Concejal de San Isidro (FPV)