Balas de gomas, gases lacrimógenos, gas pimienta y piedrazos tiñieron la mañana de la localidad de Florida Oeste, en Vicente López, cuando los trabajadores de la planta de PepsiCo que se ubica allí fueron desalojados violentamente por efectivos de Gendarmería, Infantería y la Policía Bonaerense.
Los trabajadores resistían el intento de entrada de los efectivos formando barricadas con gomas y maderas, mientras un grupo de Infantería redujo a 20 trabajadores que se encontraban en el techo. "Vamos a resistir acá en el techo, y si algo nos pasa, hacemos responsable a (Mauricio) Macri, a (María Eugenia) Vidal y a la jueza", expresó Camilo Mones, delegado de la Comisión Interna, en radio La Red.
Alrededor de 12 heridos, y entre 3 y 5 detenidos dejó la batalla campal que comenzó minutos después de las 8 de la mañana en Roca y Posadas, donde está ubicada la planta, frente a la que los trabajadores vienen acampando días atrás. Entre los heridos, según comunicó el Ministerio de Seguridad, hay un efectivo que se encuentra siendo atendido en el Hospital Bernardo Houssay de Vicente López, por una fractura de cráneo provocada por una piedra. Aún se desconoce el paradero de los detenidos y de los trabajadores heridos.
El operativo comenzó oficialmente en la madrugada de hoy, alrededor de las 3 de la mañana, cuando más de 200 efectivos rodearon la planta, pero ya desde hace más de 24 horas el desalojo se hizo inminente por la presencia de gran cantidad de patrulleros de la Policía Bonaerense que recorría las inmediaciones del edificio.
La encargada de dar la orden del desalojo, fue la jueza Andrea Rodríguez Metasty, del Juzgado de Garantías N°3 de san Isidro, postura que la magistrada ya había dado a conocer días atrás en una reunión mantenida con representantes de la Comisión Interna y referentes políticos de fuerzas de izquierda, que también estuvieron en la planta durante el desalojo. Entre los presentes, se vio a los legisladores Julio Zamora, Miriam Bregman, y Nicolás del Caño, y al secretario general del STMVL, Victorio Pirillo.
"Denunciamos que avanzan en este intento represivo luego de que la jueza Andrea Rodríguez Mentasty ratifico que dará curso al desalojo y que el fiscal pidiera que fuese en horas nocturnas. Llamamos a todas las organizaciones solidarias a que se acerquen a la fábrica", advirtieron los operarios en un comunicado.
El fiscal Gastón Larramendi solicitó el viernes el desalojo de la planta de Florida que la empresa quiere trasladar a la ciudad de Mar del Plata y, según los trabajadores y la comisión gremial interna, esa demanda fue impulsada por "la patronal, que está en situación de abierta ilegalidad, ya que fue denunciada por lock out ofensivo, vaciamiento y discriminación total”.
Acampe, movilizaciones al obelisco y a tribunales de San Isidro, para reclamar por las fuentes laborales y para intentar detener el cierre de la fábrica fueron algunas de las medidas de fuerza tomadas por aquellos trabajadores que no aceptaron el pago de las indemnizaciones legalmente propuesto por la empresa, y que buscan conservar su trabajo estable.
El 20 de junio, la empresa decidió cerrar la fábrica con el argumento de una mudanza a Mar del Plata “debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos”, según informaron desde un comunicado. Seis días después, los trabajadores que perdieron sus fuentes laborales decidieron tomar el lugar para poder seguir manteniendo su espacio de trabajo y convertirse en una cooperativa.