Representantes de ambas instituciones sociales, el concejal Fernando Mantelli y personal del Cuartel de Bomberos de Don Torcuato entregaron 9 heladeras con freezer, 6 cocinas industriales, 9 pavas eléctricas, 9 microondas y 9 minipimer, para que puedan continuar con su acción solidaria de más 15 años en el distrito.
Malena Galmarini, concejal de Tigre y fundadora de la ONG expresó: “Con Compromiso Urbano trabajamos hace casi 20 años algunas cuestiones sociales en Tigre, y hoy comenzamos una nueva etapa que apunta a consolidar el trabajo que nos dio buenos resultados en las áreas sociales que logramos fortalecer durante la gestión. Los merenderos que visitó nuestro equipo, junto a los amigos de Pequeños Pasos, son espacios que necesitan una presencia sistemática del Estado, porque de ese trabajo solidario que realizan los vecinos de Tigre depende muchas veces que una familia pueda llegar a fin de mes”.
Al respecto, Fernando Bilbao, director de la fundación Pequeños Pasos, destacó: "Estamos muy contentos, porque sabemos que hoy ayudamos a ayudar. Colaboramos con comedores con muchos años de acción solidaria, gracias al apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y a Compromiso Urbano por permitirnos ser parte de esta experiencia".
Por su parte, la presidenta de Compromiso Urbano, Micaela Ferraro Medina, afirmó: "Estamos muy contentos de seguir colaborando con instituciones que hace muchos años ayudan a los más necesitados en Tigre. Sea con un plato de comida, con asistencia en materia violencia de género, trámites administrativos o cualquier cosa que necesiten, saben que pueden confiar en nosotros. Nuestro compromiso como fundación es ayudar a que los que menos tienen puedan salir adelante".
Durante la jornada, se visitaron los comedores "Las Patitas", "Fuente de Vida", "Los Pinos", "Las Semillitas", "Un sueño para los chicos", "Merendero de Corazón" y "Gabymar".
En todos los comedores, los responsables resaltaron la situación de crisis y de hambre que se vive en los barrios. "Está cada vez más difícil, vienen más chicos que antes, tenemos más de 150. La ayuda que me dan es un regalo de amor, porque sin esta ayuda no podríamos seguir adelante", indicó Rosa, del "Comedor de Corazón".
"Antes, los chicos y sus padres venían a participar de los talleres culturales. Hoy, vienen a comer. Primero es comer, después se ve el resto", resaltó por su parte Andrea, dueña del merendero cultural "El rincón de Carlín".