Choque de lanchas en el Delta: las pericias indicaron que hubo negligencias de los dos

Una de las lanchas se cruzó de carríl, y la que embistió venía a una velocidad excesiva, según afirma el informe de Prefectura.

A dos meses de meses del trágico choque entre dos embarcaciones en el Delta que tuvo como víctimas fatales a el hijo del ex dirigente radical Federico Storani, Manuel Storani, la madre del joven, Angeles Bruzzone, y Javier Goti, uno de los tripulante de la otra lancha, se conoció el informe de la pericia accidentológica.

Según consta en el informe, la lancha MAD II (conducida por Lucas Sorrentini y en la que viajaban su pareja, Angeles Bruzzone, su hijastro Manuel Storani, y otras tres personas más) “navegaba desde el centro del canal hacia la margen izquierda, no contemplando la mano reglamentaria”. La otra lancha, Shark II (conducida por el diseñador Pablo Torres Lacal y en la que viajaban otros dos amigos), no los vio pero “de acuerdo a los daños y la posterior trayectoria hacia la costa al internarse 30 metros sobre un terreno irregular, con espesa vegetación y de noche”, se puede determinar que lo hacía “a excesiva velocidad”.

La conclusión de los peritos de Prefectura Naval es que el choque se produjo por la suma de acciones negligentes de ambas embarcaciones, aunque creen que la lancha que embistió tuvo mayor responsabilidad que la otra (porque omitió su deber de vigilancia para evaluar riesgos y llevó la velocidad a la máxima potencia), según publica Clarín.

De este modo, tanto Pablo Torres Lacal (el diseñador que había quedado internado pero que ya salió de alta) como el otro conductor (el padrastro del hijo de Storani) serán acusados de homicidio culposo, es decir, de haber matado por negligencia. Y en diez días serán indagados para que puedan dar su versión de lo que pasó.

De todos modos, nadie cree que la causa termine con dos personas presas. "A los dos se les murieron seres queridos (a Sorrentini su mujer y el hijo de ella; a Lacal un amigo) y de casualidad no se mataron ellos también. Fueron negligentes pero no salieron a matar", dijeron fuentes judiciales a Clarín. "Ninguna de las familias de las víctimas tiene saña, es más grande el dolor que las ganas de que vayan presos".