Trabajadores que fueron echados en el 2019 por la empresa Pilkington, dedicada a la fabricación de vidrios para autos ubicada en la localidad de Munro, en Vicente López, denuncian que los despidos fueron "una persecución sindical", y luego que hace algunos meses se dictaran medidas cautelares que ordenan la reincorporación de cuatro de ellos, reclaman que la empresa no cumple con la decisión judicial.
En una entrevista con QUE PASA, Jorge González, uno de los trabajadores despedidos, contó que recibió el telegrama mientras se encontraba de vacaciones a principios de 2019 y que fue "un balde de agua fría". "Yo tenía 25 años en esa empresa, justo este grupo de compañeros que nos despiden intentamos organizarnos porque ya venían haciendo atropellos contra los trabajadores", afirmó sobre la situación de los 13 empleados.
En ese sentido, explicó que Pilkington ya tiene otras tres cautelares similares, que la justicia resolvió en favor de los trabajadores, y que "no cumplió con ninguna".
"Veía que el avance que venía haciendo (la empresa) hacia los derechos de los trabajadores era muy tremendo y por el sólo hecho de opinar o decirle las cosas, pedirle las cosas como corresponde, me marcaron y me echaron junto a mis compañeros que estaban organizados, que fueron delegados", dijo González en el programa que se emite por FM Fénix.
Los reclamos eran en relación a los tiempos de producción y el corte de los descansos. "Teníamos que estar trabajando a 800 grados y para una persona que está al lado de un horno es mucho calor, debíamos hacer relevos cada 30 minutos y lo fueron estirando cada vez más", detalló y agregó que "por ese motivo, aparecieron enfermedades en los compañeros como tendinitis, y la empresa no respeta los tiempos de tratamiento y los manda de vuelta a la producción".
Tras ser despedido, comenzaron dos años, uno de ellos en medio de la pandemia, donde González se mantuvo activo en su reclamo, aunque debió pasar ese tiempo haciendo changas, ya que tiene cuatro hijos, dos de ellos en edad escolar. "Estuvimos con una carpa cuatro meses en la puerta de la fábrica, hicimos marchas en Capital reclamando que nos contesten porque los del sindicato no intervenían", sumó en relación al rol del Sindicato de Obreros de la Industria del Vidrio y Afines (SOIVA).
El 18 de diciembre de 2020, la sala IX de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo hizo lugar a una medida cautelar presentada por González, donde dispuso "la reinstalación del actor en su puesto y condiciones de trabajo con carácter precautorio y hasta tanto recaiga resolución definitiva sobre el fondo de la cuestión planteada".
Anteriormente, ya habían sido otras tres similares las que la justicia había dictado. Sobre esta situación, el trabajador sostuvo que "ya tiene tres fallos anteriores al mío que no los respetó, que corta el diálogo y no quiere reincorporarlos" y manifestó: "Cuando salió mi cautelar en diciembre, fue el anteúltimo día del feriado que tuvieron y se reactivó en febrero por la feria. Ahí los abogados míos fueron y presentaron este recurso para informarle a la empresa de mi cautelar, lo que pasa es que la justicia argentina lamentablemente tarda muchísimo en informar a la otra parte. Nos enteramos que recién la semana pasada le han informado a la empresa así que calculo en corto tiempo tendré novedades de parte de ellos a ver qué opinan sobre esta situación."
"Yo no estoy peleando nada ilegal, estoy peleando mi puesto de trabajo, una cautelar que salió a mi favor y creo que merezco tener una respuesta de parte de la empresa. Mientras tanto estoy intentando que se entere toda la gente lo que está pasando en esta empresa porque no respeta el fallo, y creo que en Argentina y en el mundo eso es ilegal" cerró.