Tras dos años de ausencia por la pandemia, el telón del ciclo gratuito Platea Abierta en San Isidro volverá a levantarse el domingo 24 de abril, a las 19.30, en el Centro Cultural San Isidro (Av. Del Libertador 16.138). Y lo hará con Luz testigo, dirigida por el reconocido Javier Daulte, que hablará muy sutilmente de los tiempos recientes, cuando la peste trastocó todo y convirtió lo habitual en un referente vago y extraño.
Las entradas se retiran desde las 18 horas, y una hora después se dará sala. Desde la organización recomiendan llegar con tiempo, porque la capacidad es limitada.
“Estamos con mucho entusiasmo por volver a presentar las mejores obras de la escena independiente nacional y contemporánea, y sentir una vez más las sensaciones irremplazables que produce el hecho teatral en forma presencial. Todo un lujo que nos podemos dar con el plus de hacerlo muy cerca de nuestras casas”, dijo Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro
El ciclo curado por la directora, actriz y dramaturga Silvia Gómez Giusto ofrecerá una obra el último domingo de cada mes y tiene una instancia más, imperdible y sello distintivo de esta propuesta iniciada en 2017: la charla post función con los elencos para seguir reflexionando sobre cada obra y saber de primera mano los modos del quehacer teatral actual.
A Luz testigo la atraviesan los cinco textos (Tomás Afán, Marina Artigas, Rubén De la Torre, Julián Marcove y Agustín Meneses) ganadores del concurso de dramaturgia organizado durante la pandemia por el equipo de Espacio Callejón, dirigido por el propio Daulte. Textos breves, independientes y ensamblados armónicamente con música e iluminación sobre las sensaciones vividas en 2020 que tienen el mérito de rozar poéticamente la peste y sobrevolarla sin mencionarla.
“Los seres que habitan el espacio ficcional de estas historias son criaturas sacudidas por el desconcierto. Nada está resuelto, lo normal se transformó en un vago referente y la complejidad del comportamiento humano se vuelve así más transparente. Perplejidad y la necesidad de comprender algo es lo que quizá resume el espíritu de la obra”, adelantó Javier Daulte, su director
Dramaturgo, guionista y director de teatro, Daulte recibió más de setenta distinciones en su carrera. Entre ellas, el Royal Shakespeare Festival of New York Award, Primer Premio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ex Premio Municipal), Premio Fondo Nacional de las Artes, Premio ACE (en siete oportunidades), Premio Estrella de Mar, Premio CELCIT, Premio María Guerrero (en tres oportunidades) y Premio Martín Fierro. Además, Daulte participó de festivales en España, Japón, Colombia, Brasil, Francia y otros países.
Dos adultos mayores que se conocen en un programa de radio con una locutora que insiste en armar parejas, dos hermanos que remiten al relato de Hansel y Gretel y permiten que asome lo siniestro del imaginario infantil, una hija y su padre aislado con Alzheimer, dos mujeres que se conocen en la terraza de un edificio colgando ropa, y un actor haciendo una obra sobre su propio fracaso amoroso y, de golpe, ella está en la platea, forman estos relatos con condimentos de drama, humor, intriga y hasta de disparate.
Seres perplejos y desesperados interpretados por Ramiro Delgado, Lu Grasso, Silvina Katz, Paula Manzone, Agustín Meneses, Marcelo Pozzi, William Prociuk y María Villar que cuando no están actuando mueven los tres trípodes de luz que conforman la simple puesta en escena para crear así una atmósfera de acompañamiento y cuidado de los intérpretes entre sí.
“Cuando los actores están mirando atentos a sus propios compañeros se produce la comunión. Es este el aspecto que persigue la propuesta; estar juntos otra vez haciendo teatro. Ese deseo y esa necesidad expuesta a los ojos del público”, aseguró Daulte
El título de la obra remite a la luz testigo que cada escenario enciende cuando no hay función ni ensayo para visibilizar el universo teatral. Un universo muy castigado por la pandemia y una luz tenue, sutil y constante que Platea Abierta ya volvió a encender.