En un partido de flojo rendimiento, Platense se trajo un punto de Sarandí, ante un Arsenal que venía sin sumar y jugando muy mal, pero que por momentos, sobre todo en la primera etapa, pudo hacerle daño al Marrón. Fue 0 a 0, sin grandes emociones.
El primer tiempo fue complicado para el equipo de Vicente López, que sufrió varias veces frente a Arsenal, y pudo irse en desventaja. A los pocos minutos, un disparo de Papa se fue cerca del ángulo del arco calamar, y a los 10' los del sur volvieron a tener una chance clara, cuando un centro de Alan Ruíz cruzó toda el área y ante la mirada atónica de los defensores por el fondo llegó Farioli que la tiró desviado.
Cuando Platense parecía mejorar y empujar a los de Sarandí, Arsenal tuvo otras dos: una llegada mal terminada y un tiro libre que derivó en un cabezazo que se fue muy cerca del palo izquierdo de De Olivera.
Precisamente el uno de Platense tapó lo que hubiera sido el primer gol: un mano a mano donde Albertengo controló bien, pero definió al cuerpo del Flaco. Todas las chances con un denominador común: la floja respuesta de la defensa.
Recién a los 45' Platense tuvo la primera clara, cuando después de un rebote, Curuchet tiró un centro que pasó a toda la defensa y terminó en los pies de Gerzel, que la tiró apenas por arriba del travesaño.
En el segundo tiempo, Platense pareció despertar. Tomó el control de la pelota y generó las más claras. A los 6 minutos, con un tiro de Curuchet que Medina, arquero de Arsenal, sacó cuando se colaba por arriba. Después, el rebote capturado por los dirigidos por Llop se fue lejos.
Platense generó algunas más, y presionaba mejor al rival, que mostró muy poco de lo que había hecho en la primera mitad. A los 25' Gerzen tuvo una más, pero tras una asistencia de Zeinedin, el disparo del volante impactó en las manos de Medina y se fue al corner.
A partir de allí, el segundo tiempo se puso chato: pocas llegadas, tenencia dividida y con un Calamar al que ya el punto le sentaba bien. Fue 0 a 0 final, y ahora habrá poco menos de una semana para ponerse a pensar en Colón, un rival duro, con la obligación de obtener la primer victoria del campeonato en Vicente López.