Platense le ganó agónicamente a Deportivo Riestra en un partido con altos y bajos, en una extensa definición por penales y dio un paso más en el sueño de ascender a Primera División.
Los cuartos de final del reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional encontraron a Platense y Deportivo Riestra, dos equipos poco similares y que difieren demasiado en cuanto a su estilo y propuesta de juego. Y eso se tradujo en el partido desde el arranque. Sin la profundidad adecuada, el que tenía la iniciativa era el Calamar. Riestra, en cambio, achicaba hacia atrás y buscaba permanente cortarle el circuito de juego a su rival, e hilvanar algún contragolpe.
En este contexto, el desarrollo del primer tiempo no fue para nada vistoso. Apenas dos ocasiones claras tuvo el equipo de Vicente López. La primera fue en los pies de Infante, quien se proyectó desde el sector izquierdo y sacó un fuerte remate que posteriormente respondió firme el arquero Vega.
A los 14 minutos, la polémica se instaló en el estadio, cuando Curuchet recibió un golpe en su rostro dentro del área por parte de un hombre del cuadro del Bajo Flores, que el árbitro Merlos dejó pasar.
Sobre el cierre, Bogado capturó el balón, sacó un tremendo sablazo que pegó en el travesaño. El primer tiempo se iba con Platense siendo un poco más, pero con empate en cero.

Inesperadamente, el rol protagónico del complemento lo tuvo el conjunto de Bajo Flores. La primera media hora del segundo tiempo fue prácticamente toda de Riestra. Con orden en la fase defensiva, buena presión y "picardía" en la delantera, Platense padeció.
Una opción neta para los dirigidos por Szeszurak aconteció a los 15 minutos, cuando tras un pelotazo cruzado, Gómez recibió la pelota, se la llevó y quedó mano a mano con De Olivera, quien se hizo gigante y tapó el disparo que tenía destino de red.
Riestra no cedía, y pocos minutos más tarde, a los 22, luego de un buscapié desde el sector derecho, Pereira le dio de lleno y milagrosamente el palo le negó el grito, y el Marrón de Saavedra volvió a salvarse.
A partir de allí, Tense comenzó a reaccionar, y de no ser por una impresionante atajada de Vega a un cabezazo de Callegari, hubiera abierto el marcador, lo que hubiese decretado la clasificación directa a las semifinales del torneo.
Pero para eso hubo que sufrir un poco más que los noventa minutos, porque fue por una agónica definición por penales que el Calamar se quedó con el pase a semifinales: fue 8 a 7, y de nuevo, como en los 90', con la figura del gigante de Olivera que contuvo el último disparo frente al arquero de Riestra.
