Tigre atraviesa una etapa de profundo recambio de cara al 2024. Se terminan contratos, finalizan varios ciclos, hay nueva dirigencia y también nuevo entrenador. Todo eso conlleva la salida de varios jugadores, incluso los que inicialmente no estaban incluidos en la lista de posibles bajas como lo son Abel Luciatti y Sebastián Prieto.
Vayamos de atrás hacia adelante. Ambos defensores renovaron a principios de 2023 su contrato por un año, por lo que este 31 de diciembre quedarán libres. Luciatti fue de lo más parejo en Tigre a lo largo de la temporada, en un equipo que sufrió demasiados altibajos, mientras que Prieto nunca terminó de convencer con su rendimiento. Más allá de eso, la nueva dirigencia encabezada por Martín Suárez y Guido Pericoli tenía la intención de que ambos futbolistas siguieran en el club.
Lógicamente, la intención debía trasladarse a los hechos. Se produjeron sendos llamados a los representantes de ambos futbolistas entre el 19 y el 22 de diciembre para comenzar a hablar sobre una posible renovación, sujeta en cierta parte a quién asumiera como nuevo director técnico. En medio de esa incertidumbre donde Tigre no lograba cerrar un entrenador, los dos futbolistas en cuestión comenzaron a escuchar ofertas de otros clubes al quedar en pocos días con el pase en su poder.
Entre los representantes de Luciatti y Prieto (cabe aclarar que son dos agentes distintos) y la dirigencia de Tigre se llegó a hablar de números. Hubo llamados y contactos. No se les bajó una oferta formal por escrito pero se charló de números. Números que al club le parecieron demasiado elevados y que los jugadores, en todo su derecho, pidieron cobrar. Por eso no existió propuesta concreta.
Ese fue el principal motivo que termina desembocando en su salida. Prieto recibió una propuesta económica superadora de Argentinos Juniors y Luciatti lo mismo de Lanús. ¿Qué parte termina teniendo razón? Ninguna. Son negocios. Luciatti y Prieto pretendían tener un determinado salario (de nuevo, en todo su derecho) en dólares estadounidenses que este nuevo Tigre, donde habrá un poco más de austeridad y menos revoleo de billetes, no está dispuesto a pagar, en medio de un contexto de país bastante complicado en lo económico y financiero.
Ninguno de los involucrados cedió en su postura y por eso el desenlace de estas dos pequeñas novelas es el que ya se conoce: la salida de ambos jugadores con el pase en su poder y Tigre con la urgencia de tener que reforzar esos puestos de cara al 2024. Cada hincha tendrá su opinión y todas son válidas, lo cierto es que, según pudo averiguar SÓLO TIGRE, no hubo ningún conflicto de fondo, simplemente dos negociaciones que no llegaron a buen puerto.
Se van dos futbolistas que fueron muy importantes, sobre todo durante el 2022 con Diego Martínez, y que dejaron, cada uno a su manera, un grato recuerdo en los hinchas de la institución de Victoria.