La justicia de San Isidro dictó la prisión preventiva para el hijo del fallecido músico de rock Norberto “Pappo” Napolitano, quien hace un mes está detenido en el marco de una causa por violencia de género. Su pareja lo acusó de haberla atacado a golpes y dejado encerrada en una casa de la localidad de Benavídez, en al partido de Tigre.
La prisión preventiva para Luciano Emilio Juan Napolitano fue dictada por el juez de Garantías 5 de San Isidro, Diego Martínez, a pedido de los fiscales que investigaron el caso, Diego Callegari y Mariela Miozzo, de la Unidad Funcional de Instrucción especializada en Violencia de Género de Tigre. El músico quedó procesado con prisión preventiva por dos hechos de violencia contra su pareja, la denunciante Mariel Oleiro.
Por el primer hecho, que motivó hace un mes su detención, Napolitano quedó imputado por los delitos de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas, privación ilegal de la libertad agravada y tenencia ilegitima de arma de guerra” y, por el segundo, ocurrido unos meses antes, por “amenazas agravadas por el uso de arma”.
En el pedido de prisión preventiva presentado por la fiscalía al que tuvo acceso Télam, Callegari y Miozzo sostuvieron que todos los testimonios y pruebas incorporadas al expediente acreditan “la existencia de una situación de violencia de género en la cual se encontraba inmersa la Sra. Mariel Oleiro respecto del aquí imputado Napolitano”.
Además, señalaron que los hechos de violencia en la pareja aumentaron “en su frecuencia y gravedad” y por ello, ante la gravedad de los casos y el “peligro cierto de frustración de los fines del proceso”, pidieron que a Napolitano se le dicte prisión preventiva, algo que el martes fue avalado por el juez.
El hecho ocurrió la tarde del 24 de mayo pasado, en la vivienda que Napolitano compartía desde hacía cuatro años con su pareja Oleiro, situada en Jujuy 3400. De acuerdo a la denuncia de la mujer, todo se inició cuando le pidió las llaves de la camioneta para ir a comprar comida para sus mascotas y él comenzó a insultarla y agredirla físicamente, todo delante de dos de las hijas del imputado de 7 y 13 años.
La denunciante contó que su pareja la tomó del cuello, que la agresión incluyó trompadas y patadas, que le apretó un ojo, que también la roció con alcohol, que intentó atropellarla con la camioneta y que la dejó encerrada sin poder salir de la propiedad y con la única posibilidad de estar en el quincho hasta que al día siguiente logró llamar al 911 y fue rescatada.
Luego de una serie de allanamientos, Napolitano fue detenido el 26 de mayo a la madrugada y puesto a disposición de la justicia. En su vivienda, también por orden judicial, se realizó un allanamiento en el que se secuestró el revólver .38 cargado, del cual no tiene permiso de tenencia ni portación de dicha arma.
Al ampliar su declaración, Oleiro denunció a Napolitano por un hecho previo, ocurrido el 21 de noviembre del año pasado, en la casa de la madre del acusado, en Tigre. Allí, la mujer dijo que le partió un cuadro en la cabeza y luego la amenazó de muerte colocándole en la cabeza ese revólver calibre .38 que le secuestraron en su domicilio.
Callegari destacó los informes del Centro de Asistencia a la Víctima donde se reporta que Oleiro “se encontraba en una situación de violencia de género, bajo la modalidad de violencia de tipo psicológica en forma preponderante, con escalada abrupta a la violencia física”.
“Se pudieron observar diversos indicadores de riesgo, como ser: presencia de armas de fuego, amenazas de muerte, violencia física y lesiones visibles, aislamiento extremo (privación de su libertad), necesidad de intervención de terceros y consumo problemático de estupefacientes por parte del denunciado, entre otros, lo que incrementa el grado de peligrosidad de los episodios violentos”, agrega el informe mencionado por los fiscales.
Por ello, la psicóloga que evaluó a la víctima calificó su situación como de “altísimo riesgo” y advirtió que “Oleiro podría estar expuesta a nuevas situaciones de violencia en caso de retomar cualquier tipo de contacto con el denunciado”.
Al ser indagado, Napolitano dio una versión totalmente opuesta a la de su novia, ya que dijo que se trató de una discusión de pareja, que ella fue quien lo agredió a él y que el arma de fuego que estaba en su casa la heredó hace 15 años de su papá. También manifestó que él se llevó las llaves de la casa pero no del quincho, que éste quedó abierto y que la mujer podía salir, por lo que no permaneció encerrada, algo que los fiscales desacreditaron en la causa con el testimonio de los policías que auxiliaron a la víctima.