"Los productos de higiene menstrual no son cosméticos", dicen desde las organizaciones sociales de San Fernando, y solicitan que el Estado Municipal garantice el acceso a estos insumos a las personas con útero en situación de vulnerabilidad social, a la vez que destacan la importancia de la información y concientización sobre el tema.
Mariana Meaca, del Movimiento Evita, y Aldana Aguirre, del Peronismo 26 de Julio presentaron días atrás un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante para la creación de un Programa Municipal de Gestión Menstrual, que "garantice el derecho a la gestión menstrual, su acceso a la información y provisión de insumos de manera universal y gratuita".
En diálogo con el programa de QUE PASA, Meaca sostuvo que "lo que nos motiva en San Fernando a presentar este proyecto es ver el poco acceso no solamente a los productos de higiene menstrual, que son importantes y que hasta ahora son considerados como productos cosméticos y no de necesidad básica, sino también la falta de acceso a lugares de higiene en muchos barrios".
El proyecto, que ya fue presentado en otros distritos, busca que se incorporen insumos como toallas higiénicas, tampones o copas menstruales "en todas las políticas sociales municipales que impliquen la provisión de productos de primera necesidad" en sectores de bajos recursos para "garantizar que accedan a esos elementos de gestión menstrual como a la información vinculada a la educación sexual y sanitaria".
El factor económico es uno de los problemas para la gestión menstrual, y en este punto Aguirre expresó en el programa emitido por FM Fénix que "al año, una mujer gasta entre $2.000 y $3.000 en gestionar su menstruación en forma digna, y en los barrios populares siempre hay más de una mujer por hogar, sin mencionar que en esa cuenta no está si tiene un baño como la gente, si abren la canilla y les sale agua potable".
El no contar con los elementos para una correcta gestión menstrual, indicaron Meaca y Aguirre, acarrea diversos problemas de salud. "El hecho de no tener acceso a los productos correctos hace que se deban utilizar otros que no están habilitadas para esto, como trapos, telas o papel, y su consecuencia son problemas como infecciones", dijo Meaca.
En esta línea, la presentación apunta a realizar campañas educativas para "promover la gestión menstrual adecuada" y también la utilización de productos que "tienen menor impacto ambiental, sanitario y económico, que además podrían producirse desde la Economía Popular y Solidaria, como las copas menstruales y las toallas reutilizables".
El programa presentado busca que tanto las campañas como el acceso a los productos se den en los establecimientos públicos de jurisdicción municipal, y se distribuyan en escuelas, centros comunitarios, gimnasios y polideportivos, centros de salud, el hospital municipal “San Cayetano”, edificios de la administración municipal y empresas del Estado municipal.
También prevé la realización de controles médico-ginecológicos "en la población destinataria (incluyendo a las identidades trans-genero), realizando una campaña anual en los centros de salud de cada barrio".
Además, el proyecto también intenta paliar otras consecuencias que tiene la falta de acceso a una correcta gestión menstrual, como el ausentismo o la deserción escolar o laboral.
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