El presidente Alberto Fernández anunció una nueva prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el próximo 7 de junio para contener el avance del coronavirus, y explicó cómo será la modalidad a partir del próximo lunes en las distintas partes del país.
Fernández habló desde la residencia de Olivos, donde se mostró junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El anuncio se formalizó luego de que el jefe de Estado analizara con el Comité de Expertos sanitarios y parte de su Gabinete los nuevos ejes de la etapa de aislamiento, que tuvo como prioridad la asistencia a los barrios populares y el reordenamiento del transporte público en la zona metropolitana de Buenos Aires.
"El virus entró en los barrios populares, y eso se observó principalmente en la ciudad de Buenos Aires, en Chaco, en Córdoba y pasa también en el conurbano. Eso se explica por la densidad demográfica y la velocidad de contagio que tiene el virus", explicó el presidente y remarcó que "la idea es abordar el problema de esos barrios, vamos a concentrar el esfuerzo ahí".
En la reunión mantenida previamente al anuncio, los expertos había recomendado al presidente que el Estado "intervenga" con todos los recursos posibles en los barrios vulnerables, y destacaron el programa "Detectar" que, según evaluaron, permitió pasar de la "vigilancia pasiva a la activa" en la detección de casos sospechosos y personas en riesgo, implementado fuertemente en el área metropolitana. En ese contexto, se confeccionó un "protocolo específico" para los habitantes de los barrios populares.
Otro eje de los anuncios de hoy fue el reempadronamiento de los trabajadores exceptuados del aislamiento obligatorio (VER NOTA). "El 87.5% de los casos de los últimos 14 días pertenecen al AMBA", afirmó Fernández, y sostuvo que "el permiso que las personas tengan hasta hoy va a caducar y sólo podrán circular los trabajadores esenciales. Vamos a volver al punto de origen para disminuir la circulación de gente".
Sobre la situación en el conurbano, el gobernador Kicillof agregó que "seguimos trabajando con los intendentes y no vamos a avanzar": las industrias pueden abrir con protocolos y con transporte propio; el comercio, solo barrial y de cercanía; en el transporte interjurisdiccional solo se podrán mover trabajadores esenciales, con la aplicación Cuidar como obligatoria, y con el reempadronamiento para una reevaluación de los permisos.
"No se va a autorizar la construcción en el GBA", sumó Kicillof y reiteró que los chicos "podrán salir con sus padres a comprar".
Estas medidas fueron analizadas durante la semana en distintas reuniones realizadas para coordinar el manejo de la crisis sanitaria, en las que hubo coincidencias entre los gobiernos porteño y bonaerense.
Los gobiernos coincidieron en la necesidad de mantener el aislamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que agrupa a la Ciudad y 40 municipios, donde el control del uso del transporte público es considerado como una medida fundamental para evitar una escalada en la propagación del virus.
Por último, Fernández dijo que "el virus está circulando por las calles" y que "los contagios van a crecer" pero que "no hay que perder la calma".
En esta línea, Kicillof señaló que "en la provincia, en 15 días, los casos se multiplicaron por 5" y que "la curva de contagios se está acelerando y mucho".
"La cuarentena en Argentina salvó vidas", dijo y recalcó "el esfuerzo de los y las bonaerense". A su vez pidió "quedarse en casa" porque "la enfermedad se manifiesta de una manera sorpresiva y después se transforma en un brote".