En las últimas horas, Gabriela Furman, una madre del Colegio Saint Trinnean's de San Isidro denunció ante el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) que sus hijas Giuly (de 17 años) y Meli (de 10) habrían sido tratadas de “muertas de hambre” por las autoridades de la institución, porque no pueden continuar pagando la cuota del comedor y que además les habrían pedido que dejaran la mesa que ocupaban junto a sus amigas de toda la vida.
Luego de la denuncia tomara conocimiento público, Furman describió sus sensaciones a la Agencia Nova: “Solamente una madre puede comprender lo que se siente que traten a sus hijas de 'muertas de hambre' frente a todas sus compañeras solo por no poder pagar ya los mismos beneficios que siempre tuvieron y que ante la nueva coyuntura del país, no pueden acceder”.
Sin mayores precisiones sobre quien fue la persona que habría realizado el hecho discriminatorio, en su denuncia la madre expresa que "autoridades de la institución" fueron quienes les pidieron a sus hijas que retiraran de la mesa que ocupaban junto a otras compañeras y amigas, tratándolas de "muertas de hambre".
“El niño debe ser valorado por lo que es y no por lo que tiene. No se lo puede monetizar yendo, inclusive, en contra de los supuestos valores que están en los estatutos educativos del St. Trinnean’s School que tanto pregonan tales como la solidaridad, la caridad, la tolerancia y la superación, entre muchos otros”, enfatizó la mujer.
Según el testimonio de la madre, la dueña del colegio, María Picasso, habría realizado un “tibio” pedido de disculpas, pero, a su vez, le pidieron “amablemente” que buscara “un colegio que estuviera a su altura”.
Las hijas de Furman concurren a la institución ubicada en Avellaneda 450 desde preescolar, es decir, que la menor está hace cuatro años allí, mientras que la mayor estudia hace más de 10 años, y solo le resta este año para finalizar el ciclo lectivo.
Desde Que Pasa, hubo reiteradas comunicaciones con la institución, aunque las autoridades no quisieron dar declaraciones.